La Unión Europea, de donde ha legado la denuncia contra España por la deficiente depuración de las aguas residuales que se vierten a la ría, será también la principal fuente de recursos económicos para tratar de paliar esa situación. De los 48 millones de euros que, como mínimo, tiene planificados Augas de Galicia en la ría de Pontevedra para el periodo 2016-2021, dentro de su Plan Hidrolóxico, los fondos europeos aportarán más del 65% de toda esa inversión, con al menos 31,1 millones de euros en esos seis años. Así se establece en el calendario de actuaciones del citado Plan, que se centra en tres ejes básicos: La mejora del sistema general de la ría -básicamente la ampliación de la depuradora de Placeres- con 37,5 millones, de los que casi 28 son de la UE; proyectos en Poio con 5,8 millones (3,8 europeos) para su hipotética depuradora; y actuaciones en Marín, con casi cuatro millones, de los que 2,5 proceden de fondos europeos. A estas cantidades se deben añadir los 15 millones comprometidos por Ence para ampliar la planta de Placeres.

Estas previsiones, que urge el sector del mar con varias concentraciones, probablemente se recojan en buena medida en la "hoja de ruta" que deben elaborar las consultoras Eptisa e Idom durante los dos próximos años. Se trata de un documento que analizará el estado de toda la ría, sus deficiencias y necesidades y las obras imprescindibles. Aunque el plazo total de este trabajo es de tres años, las empresas disponen de dos para completar sus análisis, ya que el tercero se reserva para la tramitación administrativa posterior. En todo caso, la Xunta deja claro que los primeros trabajos no se demorarán tanto ya que este mismo año 2016 se apuesta por ejecutar los primeros proyectos, especialmente en Marín. De hecho, ya está en proceso de licitación, pendiente de adjudicar, la primera de las actuaciones detalladas en el Plan Hidrolóxico. Se trata de la mejora del colector general y la nueva impulsión de Marín, con un presupuesto de 2,7 millones de euros, de los que 1,8 proceden de la UE.

El citado plan califica el saneamiento de la ría como una "obra de interés de la comunidad autónoma", a razón de 6,7 millones por año hasta 2021. El documento también establece una previsión de la población que se vería beneficiada por estas actuaciones a lo largo de los años. Si a día de hoy se apunta un censo de 212.200 habitantes, con una demanda de agua de 21 hectómetros cúbicos al año, para el final del plazo, dentro de seis ejercicios, la población bajaría a 209.400 personas, con una demanda de 20,77 hectómetros. Y dentro de dos décadas, en 2033, el censo sería aún menor, de 201.000 habitantes y un consumo estimado de 19,96 hectómetros cúbicos.

Además de las obras de nueva ejecución, el Plan Estratéxico establece un plan de explotación de la depuradora de Placeres con una partida total de 40,1 millones, si bien para el horizonte 2016-2012 se rebaja a 18,2, sin aportaciones europeas. Asimismo, se incluye la explotación de otras plantas, fuera del cauce de la ría, en Cuntis, Vilaboa, Moraña o Ponte Caldelas.

Medio centenar de vertidos

La ría de Pontevedra soporta un total de 56 puntos de emisión de aguas residuales a sus aguas de distinto origen y con carga contaminante muy diferente, según se recoge en el visor desarrollado por el Equipo de Investigación de Ecotoxicología y Contaminación Marina (que se encuentra integrado en el grupo EcoCost) de la Universidad de Vigo, Ecotox. Según los últimos datos con vertidos de los años 2015 y 2016, de estos 56 focos de emisión (desde A Lanzada a Cabo Udra), un total de 13 tienen origen industrial, 9 son de aguas residuales urbanas y 11 tienen un origen desconocido. El resto son focos de emisión de la red de aguas pluviales o los conocidos como "tanques de tormenta" y, aunque generalmente deberían desaguar en el mar únicamente pluviales, las deficiencias en la red de saneamiento provoca que en ocasiones sean también focos de contaminación de aguas fecales.

Las numerosas deficiencias que presentan las redes de saneamiento de los núcleos de población en torno a la ría de Pontevedra, así como los propios sistemas de depuración son la principal causa de que la ría de Pontevedra (especialmente el fondo) sea uno de los puntos más contaminados de la costa gallega junto con la ría de O Burgo en A Coruña, algunos puntos de la ría de Ferrol o el entorno del puerto en la ría de Vigo, según los datos que recoge este visor desarrollado por la Universidad.

En la opinión personal del catedrático de Ecología Ricardo Beiras, que forma parte del equipo que dirige el visor, la solución a este problema pasa "claramente" por la "indispensable mejora no solo de la red de saneamiento y depuración, sino que probablemente también sea necesario reubicar los emisarios" que descarguen en el mar el agua procedente de las estaciones de depuración. "Ubicar emisarios en zonas internas de la ría (como ocurre en Pontevedra con Tambo o Lourizán) probablemente no sea una buena política".

El embalse del Pontillón

El embalse del Pontillón de Castro, principal reserva de agua para la población de la ría, se encuentra a día de hoy al 92,88% de ocupación, lo que supone un elevado nivel. Sin embargo, pese a que este año es uno de los más lluviosos de los últimos tiempos, el estado de la presa de Verducido es el más bajo a estas alturas desde 2011, cuando se situaba al 85%. Hasta el día de ayer ya se habían acumulado en la estación meteorológica de Campolongo más de 1.440 litros de lluvia, superando en menos de cinco meses a todo lo caído por ejemplo, en los años 2015, 2012 o 2008. De los 145 días transcurridos de 2016, ha llovido en 92, lo que supone más del 63%.