El promotor del comedor social Hermano Donaire de Moaña, Manuel Álvarez, emitió un escrito tras consumarse el cierre del servicio asegurando que éste se debe a la "lentitud de las administraciones después de 9 meses de gestión". Asegura que 80 personas se quedarán sin comedor a diario y que la cifra sube a 120 los fines de semana, cuando no abre el comedor de Cangas. Señala que está "gestionando para resolver los papeles y poder poner en marcha un nuevo comedor".

El promotor se muestra muy crítico con las administraciones asegurando que "habría más rapidez en la gestión si se tratase de algún evento deportivo y social" por lo que lamenta lo pasado "estos 9 meses para poner un plato de comida a diario". Estas dificultades "son peores que las que pasé durante mis 25 años como inmigrante, porque encontré muchas puertas cerradas y los papeles de la administración me han vencido". Se confiesa "asqueado con la lentitud de los organismos que podían resolver el tema y no quieren, aunque me digan buenas palabras y palmaditas en la espalda". Critica que ninguna administración se volcase con el proyecto "ni viniese a ver lo que hacía o como lo hacía".

Manuel Álvarez asegura que pese a este cierre se va "con la conciencia muy tranquila, cosa que muchas personas con cargos importantes no podrían hacer". Insiste en que durante el tiempo que tuvo el comedor abierto "han jugado conmigo, no me han valorado, he sido vilmente engañado y se han reído de mi y de los usuarios".

Alude al retraso en los pagos del gas, luz y butano

Pese a todo quiso agradecer al "pueblo de Moaña por su aportación durante el tiempo que estuvimos abiertos", así como a entidades que colaboraron con el comedor social como las empresas Rogelio Iglesias, Fandicosta y el Carrefour, que le ayudaban con el abastecimiento de alimentos. También recuerda al Banco de Alimentos de Vigo y a otras empresas "que colaboraron en los momentos más duros".