Además de las piscinas de plástico que en la regularización aparecen como de construcción, aparece también cenadores desmontables, lo que es una muestra más, según los afectados, de mal trabajo realizado por la empresa. Otra de las alegaciones que presentan numerosos afectados están relacionados con los porches. "Chaman porches a calquera cousa. A unha cristaleira xa lle ponen esa calificación, con una tributación do 100%, en vez de un 30%. É unha cousa de locos que non se entende. Estas cousas poñen de manifesto que o traballo de campo foi completamente nulo, xa que de facelo non habería estas confusións que chaman a atención".

Sorprendentemente, hay quejas también por la no fácil localización de la ponencia de valores realizada en el año 1986, que es la última que se realizó en Cangas y que provocó los grandes altercados que se vivieron en aquella época, con la disolución de la corporación municipal y la aparición de una gestora. De ello se habla en los centros de Cangas donde se recogen aún alegaciones, aunque el ritmo descendió notablemente respecto al de hace quince o veinte días.