Mientras las administraciones discuten sobre los posibles errores en la coordinación de los parques de bomberos para la extinción del incendio del lunes en Fandicosta, se empiezan a conocer más detalles sobre cómo fueron las primeras horas de aquel fuego que empezó sin importancia y que resultó devastador y arrasó media planta de Fandicosta. Ahora se sabe que la primera patrulla de la Guardia Civil que llegó a la fábrica, procedente del puesto de Moaña, rescató a tres trabajadoras que gritaban dentro de la nave que ardía. Se habían quedado bloqueadas y estaban presas del pánico, tosiendo y llorando en una planta llena de humo, con mucho calor y con las llamas devorando a mucha velocidad todo a su paso. Los dos agentes escucharon los gritos y entraron de rodillas en la nave, debido a la fuerte humareda, según testigos presenciales.
Las mujeres intentaban, desesperadamente, encontrar la salida y los agentes lograron llamar su atención y las conducen, entre la nube de humo, hasta la salida para ponerlas a salvo. La patrulla fue la primera que llegó a la fábrica tras recibir la alerta.
Faltaban cinco minutos para las seis de la tarde. Todavía no había bomberos y de la fábrica ya salía una columna de humo negro que empezaba a ser perceptible al otro lado de la ría de Vigo. En el exterior del recinto estaba un grupo de una veintena de trabajadoras que habían abandonado la planta de elaborados, en donde trabajaban con langostino y pota, al detectarse el incendio que comenzó en la cinta transportadora aérea. Todavía no se respiraba mucha tensión porque los servicios de emergencia ya estaban alertados y el fuego no parecía de consideraciones importantes.
La patrulla, alertada por la intensidad del humo que salía por las rejillas de ventilación, confirmó que había más personal en la fábrica -en las oficinas y en la nave anexa- y manda al desalojo total del recinto, en torno a unas 75 personas. Todo el personal fue desplazado hacia la entrada de la factoría, junto a la carretera PO-551. Poco después llegarían los bomberos de O Morrazo.
