Carmen Vilaboa "Mucha" es miembro del comité de empresa por el sindicato CIG y ayer aseguraba, momentos antes de la reunión de los portavoces de la plantilla con el representante de la empresa, que todo había sido "un golpe muy duro", aunque reconocía que confiaba en el futuro y quie tenían mucha fe en el empresario Ángel Martínez: "Fandicosta tiene que levantarse. Tenemos mucha fe en el empresario, nunca nos ha fallado y tiene nuestra plena confianza". Los trabajadores mostraron ayer que había solidaridad con el empresario y de hecho así lo manifestaba el presidente del comité, Edward de Llano (UGT) tras la reunión con el director de Recursos Humanos de Fandicosta, Alfredo Campuzano, en Vigo. La empresa les pidió tranquilidad y ellos, en principio la tendrán, "pero también dentro de la preocupación. Estamos comprometidos a levantar esto, siempre y cuando haya el apoyo de las administraciones. Y eso no me canso de repetirlo".

En la planta de Domaio trabaja mucho personal de la anterior empresa de Ángel Martínez "Frigo-Mos" que estaba ubicada en Mos y que se trasladó en 1996 a las instalaciones moañesas cuando se abrieron en 1996. Es el caso de Peregrina Martínez, natural de Salceda de Caselas, y que reconoce que vio crecer la empresa. De hecho lleva más de 20 años y es la encargada de la Sala B de la factoría de Domaio que se salvó de las llamas y en donde se elabora el corte de pez espada y merluza, sobre todo. Dice que siempre se ha sentido "contentísima" en esta empresa y ayer aguardaba en el puerta, preocupada pero también optimista sobre el futuro: "Esperemos que remonte". Ana Somoza trabajab en el almacén que qeudó destruido, marcando bolsas de envasado. Ella es de Vigo y manifiesta que han visto crecer esta fábrica de la nada y que también confía en el futuro, aunque ayer la sensación era de tristeza.

El gerente de la cafetería de la planta,Manuel Luisquiños, de 57 años y vecino de Soutomaior, sí que lloraba a lágrima viva porque con el fuego se había ido su negocio y sus ahorros. A última hora de la mañana respiraba con algo más de tranquilidad porque se pudo acercar a la cristalera y vio parte de su cafetería, aunque reconoce que "nada en la nave se podrá salvar". Dice que tampoco hacía una gran caja porque se dedicaba más bien a 50 o 60 cafés al día y a la venta de bocadillos, con alguna comida suelta para los directivos, pero tenía una empleada. Podía hacer unos 150-200 euros diarios, y que a su edad será difícil remontar. Algunos, como él, creen que los servicios de emergencias no actuaron con la rapidez debida y que cuando llegaron el fuego ya estaba muy propagado.

Respecto al ERE Temporal planteado por la empresa, el presidente del comité, Edward de Llano, asegura que el principal mensaje que lanzó la empresa fue de tranquilidad, de que se iban a garantizar al máximo los puestos de trabajo y que no habría despidos, que la situación sí que era la que era, muy difícil, pero que se estaba trabajando con los proveedores para intentar solucionar la problemática.

Los trabajadores han sido citados para hoy a una reunión con la dirección de la empresa, en la que con toda probabilidad estará el presidente, Ángel Martínez.

Mientras tanto, una vecina de Domaio que el martes sufrió el desalojo de su vivienda debido al fuego y a la columna de humo, presentó un escrito de queja en el Concello de Moaña por cómo se había hecho la evacuación, dejándoles en la calle, sin ponerles a disposición el pabellón cuando había niños y personas de mucha edad.