El agua que sale por los grifos del colegio público de Espiñeira, en Aldán, y al menos por uno del Ceip de Nazaret, en el centro urbano de Cangas, no está en condiciones óptimas debido a los elevados porcentajes de hierro en su composición, lo que ha llevado a la Consellería de Sanidade y al Concello a restringir su consumo mientras no se corrijan las deficiencias. La situación, que ya se ha producido puntualmente en otras ocasiones, fue comunicado a la dirección y Anpas de ambos centros, aunque el concejal de Sanidade, Tomás Hermelo, ha llamado a no caer en el alarmismo porque las autoridades ya están trabajando para solucionar esta situación.

Según los técnicos, el exceso de hierro derivaría del mal estado de las tuberías de canalización, que llevan décadas funcionando y acumulan óxido, por lo que urge su sustitución. Los responsables municipales aseguran que ya se han hecho algunos arreglos y se continuarán de forma escalonada, porque la escasez de presupuesto impide acometerlo de inmediato. La intención es pedir ayuda a la Diputación para afrontar la renovación de estas infraestructuras y lograr que estén listas en el próximo curso.

De momento, para hoy está previsto realizar un "contranálisis" del agua de consumo en ambos colegios y se decidirá en consecuencia tras conocer los resultados. En cualquier caso, la Administración ha tomado todas las precauciones para evitar que pueda consumirse agua con todas las garantías sanitarias. El problema de exceso de hierro en el agua del grifo lo han padecido también otros colegios de la comarca, como fue el caso de A Guía, en la parroquia moañesa de Meira.