Un grupo de trabajadoras del turno de tarde contemplaba la escena, ya desalojadas y desde la distancia, con la impotencia de no poder ni siquiera recoger sus enseres personales. En el uniforme de trabajo explicaron cómo empezó todo. "Olía como a cera. Después nos dimos cuenta de que era un incendio". Contratadas a través de una ETT trabajan por días en Fandicosta "pero ahora seguro que ya no tenemos trabajo". Argumentan que ellas viven con la incertidumbre de si tendrán o no trabajo "todo el año".