Fueron centenares de personas las que testimoniaron sus condolencias a la familia de Marcelino Santos Martínez, el marinero fallecido el viernes tras sufrir un golpe de mar cuando faenaba en Cabo Home, pero sus allegados echaron en falta las del gobierno municipal o la presencia de alguno de sus miembros en los actos de despedida. "Era un buen vecino de Cangas, una persona apreciada que recibió el cariño de su pueblo, al que queremos agradecerle las atenciones recibidas", explica un hermano de la víctima, que también agradece la presencia de la conselleira do Mar, Rosa Quintana y de otros cargos de su departamento, de una representación del PP encabezada por José Enrique Sotelo, de representantes de las cofradías, colectivos sociales o marineros llegados desde distintos puntos geográficos.

A los familiares de Marcelo, como era más conocido, les hubiera gustado "sentir la misma proximidad" del gobierno local con la presencia de algún representante o un gesto de condolencia a su esposa, hijas, padres o hermanos, porque creen que la ocasión lo requería, "más allá de poner las banderas a media asta" en la fachada del consistorio, que consideran un trámite. Al trasladarle FARO el malestar de la familia, el alcalde, Xosé Manuel Pazos, explicó que no pudo acudir a los actos por haber contraído otras obligaciones, aunque entonó el mea culpa y manifestó su intención de remitirle una carta de pésame y de ponerse "á súa disposición para o que necesiten".