La planeadora "Rebeca" continuaba ayer varada entre las rocas de la costa de Cabo Home, imagen del trágico suceso que a primera hora de la mañana del viernes le costó la vida a un marinero de Cangas, Marcelino ("Marcelo" ) Santos Martínez. El otro tripulante era Raúl Lagoa, que pudo llegar a tierra y salvar la vida. El joven se encuentra muy afectado psicológicamente por el suceso y la muerte de su compañero, según explican sus allegados y fuentes cercanas. A ellos les habría relatado que la causa del accidente fue una ola que hizo volcar al "Rebeca". "Viu un golpe de mar, tirou con nós e deulle a volta ao barco", les explicó. Una segunda "mareta", en argot marinero, sirvió para devolver a su posición original la planeadora, con compartimentos estancos.

Todo indica que Marcelino Santos quedó inconsciente a causa del golpe y flotando boca abajo, con lo que los posteriores intentos de reanimarle resultaron en vano. Por su parte, Raúl Lagoa pudo alcanzar las rocas para desde allí solicitar ayuda. Los testigos que vieron el suceso desde tierra llamaron al 112 para comunicar que la planeadora habría intentado hacer frente a la ola para escapar de la zona, pero que la fuerza del mar la habría volcado. Este trágico suceso volvió a suscitar un debate entre la flota canguesa, que se queja de las limitaciones que impone la Consellería do Mar en el caballaje de los motores. "Cada día nos xogamos a vida con motores de 15, 20 ou como máximo 30 cabalos", se quejaban ayer algunos marineros del puerto de Cangas.

Contra los furtivos

La Xunta justifica esos topes de potencia para evitar la acción de los furtivos y que puedan escapar de los servicios de guardacostas. Sin embargo, el sector discrepa de ese argumento. "A maioría dos furtivos andan en barcos da séptima lista [de recreo] e non teñen ningún tipo de límite de cabalos nos seus motores. Mentras tanto, os profesionais temos que xogarnos a vida cunha potencia insuficiente", subrayan desde la flota marisquera canguesa. "Con máis caballaje tes posibilidades de saír dun empatano como no que se viu o 'Rebeca' o venres", insisten.

El mismo viernes por la tarde el capitán marítimo de Cangas y los vigilantes se desplazaron a la zona del accidente, conocida como Cu do Lobo y situada muy cerca del faro blanco de Cabo Home. El objetivo era decidir si era factible una maniobra para recuperar el "Rebeca", una alternativa que quedó completamente descartada. "É un sitio de moi difícil acceso, moi perigoso porque hai previsións de que continúe o mar de fondo e o barco tamén está moi danado", manifestaba ayer el patrón mayor de la Cofradía de Cangas, Francisco Javier Costa.

Las partes implicadas entienden que cualquier acercamiento supondría correr un riesgo innecesario. De este modo la planeadora, fabricada en fibra de poliéster, quedará a merced del mar.