El "Arelis" es un barco del pulpo tripulado por dos hermanos, Dani y Antonio Graña. Ayer por la mañana estaba trabajando por fuera de los faros de Cabo Home. "A las 9.02 horas el 'Rebeca' nos pasó por nuestro costado y nos saludamos. Me acuerdo perfectamente porque vi el reloj", cuenta Dani. La planeadora siguió su camino apenas media milla más, hasta llegar al lugar de Cú do Lobo. "Los vimos arrimarse a tierra y pararse allí", añade el marinero, que es natural de Bueu y vecino de Cangas. Reconoce que en aquel momento el primer pensamiento que se le pasó por la cabeza fue "Marcelo [por el patrón], ahí estás mal. Es un sitio bastante, bastante malo. Y en un día como hoy [por ayer] más". Desgraciadamente el mar se encargó de confirmar que no estaba equivocado.
"Ese sitio es un playal, está muy calmo por arriba pero rompe el mar de fondo. Yo he largado allí muchas veces y me llevé algunos sustos", reconoce el patrón del "Arelis". Después de saludarse con el "Rebeca" y de ver cómo se paraban en Cú do Lobo la tripulación del naseiro siguió trabajando para levantar una 'casea' [conjunto de nasas]. "No sé cuanto tiempo pasaría hasta que volví a ver para la zona, medio minuto o a lo mejor un minuto. Y ya no los vimos. En ese momento le dije a mi hermano que había que acabar de recoger e ir hasta allí", explicaba ayer en el puerto de Cangas. Sin ver lo que pudo ocurrir tuvo la intuición de que algo había pasado. "Para el sur no volvieron porque los hubiésemos visto. Así que solo podían haber ido hacia el norte o acercarse mucho a tierra", cuenta Dani Graña.
Cuando llegaron al lugar, con su barco cargado de nasas, lo que incrementaba el peligro, pudieron comprobar que desgraciadamente no se habían equivocado. "Vimos a Raúl subiendo por las rocas y señalando la zona en la que estaban Marcelo y la planeadora", indica. Desde el "Arelis" se pusieron en contacto por radio con el "Rocío 7" para solicitar ayuda y el "María Pita", de Salvamento Marítimo, llegó enseguida porque estaba muy cerca del lugar del siniestro. "Bajaron la zódiac y fui con ellos para señalarles el lugar. Pero era imposible entrar por mar. Imposible. Imposible", recalca el patrón del "Arelis". Él no tiene dudas de lo que pasó. "Había olas de tres metros. Los cogió la rompiente, la parte con espuma, y no pudieron escapar. No creo siquiera que llegasen a preparar las cañas", afirma.
Dani Graña fue testigo de como Salvamento Marítimo solicitaba la movilización del helicóptero "Pesca I" para intentar rescatar a Marcelo Santos. "Llegó a eso de las 10.00 horas y a las 10.02 horas ya lo estaban izando. Estaba al lado de la barca, muy cerca de la orilla", relata.
Día doloroso
Ayer fue un día muy doloroso para la flota canguesa y para la bajura. "Nosotros estamos muy dolidos. Fuimos los últimos en verlos y los primeros en llegar al sitio. Solo nos faltó verlos volcar", se lamentan los tripulantes del "Arelis".
"Marcelo conocía muy bien la ría, prácticamente como la palma de su mano, y tenía mucha experiencia. Pero ahí fuera es distinto, muy distinto", concluye con tristeza Dani Graña.
