Ayer se celebró la segunda reunión entre empresa y representantes de los trabajadores para analizar la situación y acabó sin ningún tipo de avance. "A plantilla non está pola labor de trasladarse a Bueu. Hai moita preocupación e estamos falando de que en moitos casos o salario dos afectados é o único que entra nas súas casas", afirman los representantes sindicales. La siguiente cita está prevista para el lunes y será un encuentro a tres bandas porque además de empresa y sindicatos estará la Xunta de Galicia a través de la Secretaría Xeral de Emprego.

La representación social quiere que la empresa estudie otras alternativas distintas a la del cierre de la fábrica de Celeiro y traslado colectivo a Bueu. "O Concello de Viveiro proporcionalles facilidades para que se traslade ao polígono industrial de Landrove e nunha visita do conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, falouse da posibilidade de axudas por investimento e renovación na fábrica", afirman desde la CIG. Según el sindicato esas propuestas fueron rechazadas por la empresa, que de momento solo contempla la opción de llevarse la producción a Bueu.