Los espacios vacantes en la alameda de O Señal en los últimos mercadillos de los viernes son una de las consecuencias de la criba de licencias de venta realizada por el Concello con la intención de regular definitivamente esta actividad y que conllevará varios cambios. Entre los más inmediatos, se contempla repartir los nuevos carnés - de gran formato y con fotos y datos del titular de la licencia y de las personas autorizadas para la venta, siguiendo el modelo de Marín- que deberán estar expuestos al público, así como el agrupamiento de puestos en función de su actividad, con los de alimentación concentrados en el entorno de la plaza de abastos y los de textil y otros sectores a continuación. El gobierno local cree que en los alrededores de la plaza y de la Alameda Vella hay actualmente espacio suficiente para acoger las licencias en vigor y aboga por reagrupar allí todos los puestos, liberando los jardines de O Señal -que, según técnicos municipales, se está deteriorando, sobre todo por el tránsito de furgonetas por la zona peatonal- y habilitando más espacio para aparcamiento hasta la naves de Ojea.
El tripartito no compromete una fecha para culminar este proceso de regulación, pero trabaja con la previsión de tenerlo encauzado en torno al 10 de mayo. La concejala Ánxela Vizoso reconoce que los trámites van más lentos de lo que desearía, pero quiere dar pasos firmes para evitar errores. Cuando esta fase esté resuelta, después del verano se contemplaría sacar a concurso los espacios vacantes, pues hay decenas de personas que han presentado solicitudes para instalar puestos en Cangas.
La mayor demanda llegó tras el cierre de los mercadillos de Vigo a raíz del violento conflicto entre el colectivo de gitanos "gallegos" -liderados por Sinaí Giménez, ahora encarcelado- y "zamoranos", aunque desde el Concello confían en que la situación de vaya "normalizando progresivamente", y de hecho ayer tampoco se registraron incidentes. El gobierno municipal espera una resolución judicial firme sobre los implicados para resolver el expediente abierto a cuatro vendedores a los que se suspendió cautelarmente de autorizaciones de venta.
Las medidas impulsadas por la edil son respaldadas por el alcalde, Xosé Manuel Pazos, que, tras la revisión de las condiciones de los titulares de todos los puestos y la retirada del permiso a una veintena que incumplía la normativa, cree llegado el momento de dar "un paso máis" en la normalización definitiva del mercadillo.
