Además de las trampas de tipo comercial de las marcas vethopharma y avipaclack que están instalando los apicultores en el monte con el apoyo de los concellos, también se instalaron alrededor de 200 caseras y, según Bello, van aumentando día a día. Muchas de ellas son obra de los niños de los colegios de la comarca de O Morrazo en donde la Asociación Galega de Apicultores impartió charlas, y se ha extendido como actividad escolar, como en el IES A Paralaia de Moaña, derivando tambien en una competición a través de la cual se premiará al más cazador de cada colegio.

Son más de 13 centros educativos de los municipios de Cangas, Moaña, Marín y Vilaboa. En este último municipio también se han instalado 20 trampas de avispa velutina y ayer mismo los apicultores colocaban otras más en la parroquia canguesa de Aldán: "A los cinco minutos de instalarlas, en algunas ya cayeron avispas", señala José María Bello, delegado de la Asociación Galega de apicultores en O Morrazo.