Tal día como ayer, un 17 de abril, Johán Carballeira moría asesinado en plena represión en la Guerra Civil. 89 años después, la Asociación de Amigos de Johán Carballeira conmemoró los trágicos hechos tomando al exalcalde como figura emblemática de todos los represaliados tras el golpe de estado que dio por finalizada la República. Lo hizo con un acto que ya es tradicional, al que asistieron unas 60 personas, y que consistió en una ofrenda floral depositada a los pies del monumento a Carballeira por Manuel Mosteiro, presidente del colectivo, y por Manuel López, hijo de José de la Torre, otra de las personas integrantes de aquella corporación del 36 que sufrieron las consecuencia de la dictadura.

Con la presencia del regidor, Félix Juncal, y de varios ediles de la corporación de BNG y ACB-SON, abrió los discursos Xosé Novas, miembro de la asociación, relatando el triste final de Carballeira y de otros compañeros de Concello como Francisco Escáneo, Francisco García Villanueva, José de la Torre o José Bernárdez, entre otros, para acabar destacando que "alegraríanse de que ver que as súas ideas se fixeron realidade". Mosteiro, por su parte, habló de que ha llegado el momento de "dar valor ás palabras e aquelo non foi unha Guerra Civil, senón una represión sistemática dos líderes sociais". Aseguró que son los "herdeiros dos golpistas e represores" los que hablan de "olvidar e pechar feridas. Acaso esquecer é a mellor forma? Non" y abogó porque la historia "sexa recordada pola boca das víctimas e nin dos verdugos". Luis Bará, concejal pontevedrés, significó que la memoria es "un deber ético e político" antes de que los presentes cantasen el himno gallego.

Posteriormente se celebró en el Centro Social do Mar la presentación de "Un cesto de mazás" de Montse Fajardo, que recopila historias de las víctimas de 1936.