Primeras colas en la oficina del Organismo de Recaudación de la Administración Local (ORAL) en Cangas para presentar alegaciones a la polémica regularización catastral que se llevó a cabo con el fin de aflorar bienes ocultos y que supuso levantar 4.000 altas del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

La mayoría de las quejas están relacionados con el hecho de que la empresa que realizó los trabajos no explica el motivo de la nueva valoración. Entre las 4.000 altas aparecen muchas viviendas nuevas, que nunca cotizaron este tributo, pero también existen otras que sufrieron modificaciones, ampliaciones o reformas integrales.

Son en estas últimas donde se genera el problema. Se trata de viviendas que estaban dadas de alta en Catastro y que siempre cotizaron, lo que ocurre es que con la regularización cambió bruscamente el valor catastral, en ocasiones hasta triplicarse. Y es que la regularización catastral también incluyó en esta ocasión galpones, gallineros, alpendres, todo lo que tuviera tejado, lo que está generando el pánico y el enfado de los af ectados. Además, nadie está de acuerdo con esta tasa de 60 euros a la que Catastro condena por estar afectado por la regularización.

Ayer comentaban los contribuyentes que hacían cola en la nueva oficina del ORAL en Cangas que lo de los 60 euros era un escándalo, que no se argumentaban bien los nuevos valores catastrales y que aparecían casos como viviendas que fueron pintadas y a las que se colocaron doble ventana o nuevo tejado. Cabe señalar que esos 350.000 euros que se recaudan a través de los 60 euros van a aparar a las arcas de Catastro, no del Concello de Cangas, porque es una tasa que aplica el citado organismo y con lo que prácticamente paga el trababajo de regularización en Cangas. También aparecen quejas porque hay familias a las que le llegan varias tasas de 60 euros, una por la casa ampliada o reformada, otra por el galpón y otra por el gallinero. Aseguran que lo peor son alegaciones. La mayoría de los técnicos tienen que recurrir a técnicos en esta materia para alegar, lo que supone también otro gasto.

Por su parte, el alclade de Cangas, Xosé Manuel Pazos, anunciaba ayer que dos personas del Catasatro atenderán también en el Concello a los numerosos afectados por esta regularización, para ayudar a los trabajadores del ORAL.

También el concejal de Facenda del Concello de Cangas, Mariano Abalo, anunció que está previsto que la próxima semana acudan a Cangas personal de la empresa que realizó este trabajo de regularización que tiene ocupado y preocupado a muchos ciudadanos, vecinos del municipio y también de otras localidades de O Morrazo y de Vigo (segunda residencia). También desveló que prepara una asamblea que tendrá lugar el próximo sábado, a las 18.00 horas, en la que el arquitecto Chema García explicará a los afectados la regularización catastral, en qué consiste y qué se toma como referencia para establecer los nuevos valores de esas casas que se ampliaron o sufrieron modificaciones o también los galpones, gallineros o alpendres, que se incluyen en esta regularización ordenada por el Ministerio de Hacienda en el año 2013.