Las fuertes rachas de viento de componente sur que genera la borrasca que estos días se sitúa sobre Galicia provocó ayer daños en los tejados de varios edificios del centro urbano de Cangas, arrastró contenedores de residuos y provocó que dos embarcaciones deportivas que navegaban frente a la playa de Rodeira acabaran varadas en el arenal, aunque sus tripulantes salieron ilesos. Además, a lo largo de la jornada se produjeron leves inundaciones en varios puntos, coincidiendo con los chaparrones que continuarán hoy y en días sucesivos, según apuntan las predicciones meteorológicas. Policía Local, Protección Civil y Bombeiros do Morrazo tuvieron que multiplicarse para atender las incidencias. En Bueu, el mar se llevó varias planchas para la nueva cubierta de la nave de Petís, por lo que fue necesario avisar a Salvamento Marítimo, y la zodiac de Protección Civil apareció a la deriva en la zona de las bateas.

Las llamadas de alerta comenzaron poco después de las ocho de la mañana, comunicando que el viento había volcado varios contenedores de residuos en la explanada de Rodeira, quedando atravesados en la vía. Lo mismo sucedía en la calle Noria y en Méndez Núñez, y fueron retirados por la Policía y Protección Civil, que llamaron la atención sobre un hecho que se repite cada vez que sopla fuerte viento y los contenedores están vacíos: Las tapas superiores actúan a modo de vela y los desplaza.

En torno a las nueve y media, los equipos de emergencias se trasladaron a las calles Antonio Nores, San Francisco y Méndez Núñez, donde el viento había levantado un tejado de uralitas que cayeron sobre otros inmuebles vecinos y a la vía pública, provocando daños materiales pero no personales. Se requirió la presencia de los Bombeiros do Morrazo para verificar, con un camión escalera, la procedencia de las uralitas y apuntalarlas.

Pasada la una de la tarde, Policía Local y Protección Civil se trasladaron a un edificio de Rodeira del que se desprendió alguna teja. Allí fueron alertados de que un pequeño velero y una zódiac que navegaban por la zona -a pesar de estar activada la alerta naranja por fuerte viento y oleaje- habían sido arrastradas hasta la playa, donde quedaron varadas. Fue necesario utilizar maquinaria pesada para arrastrar ambas embarcaciones y evitar que la arrastrara la marea.