La reforma de las instalaciones de la lonja buenense ha permitido hacerlas más accesibles porque ha permitido eliminar las barreras arquitectónicas. Al lado de la nueva escalera exterior "acristalada" se ha instalado un ascensor para que las personas con movilidad reducida puedan subir a la planta superior, donde además están las oficinas de la lonja y cofradía. Los baños y aseos de la planta baja también han sido renovados por completo y se ha acondicionado uno para minusválidos. De este modo el edificio se adapta a los cambios normativos en materia de accesibilidad.

A lo largo de abril

Los trabajos que restan por ejecutar se centran en la parte de oficinas, donde se están realizando obras de pintado y mejora de las instalaciones. La previsión es que a lo largo de este mes todo quede completamente rematado.