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La reforma para modernizar la lonja de Bueu, a punto de culminar tras invertir 600.000 euros

Los trabajos se han prolongado durante unos ocho meses y se espera que concluyan en las próximas semanas - El nuevo silo orbital y dispensador de hielo ya está operativo

El nuevo acceso exterior de la lonja y el ascensor. // Santos Álvarez

La reforma para modernizar y adaptar la lonja de Bueu están a punto de finalizar después de más de ocho meses de obras. El grueso de los trabajos está ya completado y lo que resta ahora son los ajustes y pruebas para comprobar que todo funciona según lo esperado. La actuación ha servido para crear una nueva fábrica de hielo para la flota, eliminar barreras arquitectónicas, crear un espacio para que los visitantes puedan seguir las subastas sin interferir con los marineros y compradores o la reforma de las cámaras de frío. Una inversión de más de 600.000 euros para adaptar la lonja buenense "as novas esixencias do mercado no século XXI", apunta el patrón mayor buenense, José Manuel Rosas. Los trabajos han sido financiados por la Consellería de Mar a través de la Dirección Xeral de Innovación e Desenvolvemento.

Uno de los cambios más destacados es la construcción de un nuevo acceso exterior, con una suerte de túnel acristalado que lleva a la planta alta del edificio. Esta zona se ha acondicionado como "tribuna" para que los vecinos y visitantes que quieran seguir la subasta puedan hacerlo de manera cómoda y sin molestar a los marineros y compradores.

La remodelación del área de trabajo se ha dejado notar en varios frentes. La antigua cámara de hielo ha desaparecido y en su lugar se acondicionó un silo orbital o máquina para fabricar hielo. La gran novedad es que los armadores o marineros ya no dependerán de que la lonja esté abierta para poder coger este material. En el exterior del edificio se ha acondicionado un surtidor que dispensa la cantidad de hielo deseada tras pasar una tarjeta identificativa por un lector.

En este espacio, situado al fondo del edificio, se ha instalado una antecámara para evitar los cambios bruscos de temperatura y reducir el consumo energético. En esa zona se ha colocado también una mampara con el objetivo de que no se puedan cruzar el pescado y marisco fresco con el congelado o carnada.

La remodelación de este espacio ha significado el cambio de ubicación del laboratorio de la asistencia técnica de la cofradía, que seguirá al lado de uno de los accesos al edificio y aumenta ligeramente su superficie.

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