Otro de los caballos de batalla del Concello de Cangas para hacer compatible el ocio nocturno con el descanso de los vecinos es el control del volumen en el interior de los locales y de las medidas correctoras para evitar que se parezca en el entorno. Para documentar esos datos, la empresa especializada Virocem está realizando mediciones y registros que sirvan para justificar posibles denuncias o sanciones a los infractores, pues las quejas de los vecinos y sus testimonios no tiene validez legal en caso de que la situación se judicialice. ""Estánse facendo estudios por parte da empresa e xa hai varios informes nese sentido", explican desde el consistorio, aunque evitan ofrecer más datos para no entorpecer la dinámica de trabajo.
Con la finalidad de minorar las molestias, y tal como figura en la ordenanza, los locales de copas deben contar con registros o limitadores de sonido obligatorios que eviten sobrepasar los máximos bloqueando el sistema al llegar al tope fijado. Los modelos más sofisticados actúan también como "cajas negras" que, además de los decibelios, registran los horarios de apertura y cierre y otras incidencias que pueden consultarse de forma automática.