El capítulo de ruegos y preguntas volvió al desquiciar a unos y a otros. De nuevo volvieron las acusaciones y casi se repiten los insultos ya vividos. Todo comenzó cuando el portavoz del PP, Rafael Soliño, vio cómo el concejal de ACE Mariano Abalo se marchaba del pleno (pasaban de las 23.00 horas del viernes). El edil popular le pidió que no se marchara, que tenía preguntas para él y le acusó de hacer siempre lo mismo. Le preguntó si el cierre que se hizo en la calle David Cal, entre los números 30 y 32, en terrenos cedidos al Concello para realizar el paseo de Aldán, tenía licencia. Mariano Abalo replicó que ya contestaría por escrito y se marchó. El PP lo consideró una falta de respeto y se volvió a reproducir un debate muy parecido al que en su día hubo cuando Clara Millán (BNG) era concejala. Aquel cuando Luis Boullosa sugirió a Clara Millán que tomará un trankimazin y que supuso su desalojo de la sesión.

Ayer al que se le daba la pastilla era a Rafael Soliño. El portavoz popular replicó a Pazos con "yo también podría mandarle a tomar un gin tonic a las terrazas". El alcalde replicó "¿se mos pagas?" y Soliño dijo: "Que rulen". Un pensamiento después, Xosé Manuel Pazos advirtió a Soliño que no se metiera más en su vida privada y éste contestó que el regidor lo lleva haciendo desde hace cinco años.