La quema de dos contenedores de residuos durante la madrugada de ayer ha reabierto la polémica sobre los excesos de la movida nocturna de los fines de semana y la preocupación vecinal por que se repita la oleada de actos vandálicos que calcinó hasta 15 contenedores la pasada primavera. Protección Civil y Bombeiros do Morrazo tuvieron que trasladarse poco después de la medianoche a las proximidades de la piscina municipal, en el lugar de Verín (Coiro) para sofocar el fuego en un recipiente de recogida de papel y cartón, y en torno a las seis de la mañana tuvieron que apagar el incendio de otro contenedor, ubicado entre la Praza das Pontes y el barrio de O Forte, que aún así quedó completamente calcinado.

Aunque no se ha identificado a los culpables, los ciudadanos atribuyen estas fechorías a desaprensivos que salen los fines de semana con ganas de fiesta y de hacer daño. Algunos vecinos del entorno de las instalaciones deportivas municipales señalan que la práctica del botellón se ha trasladado a ese lugar, con estas consecuencias. Lo mismo opinan personas residentes en zonas urbanas adyacentes a las calles de la movida, una de las cuales considera que el contenedor quemado anteanoche es "resultado de los desmadres del botellón" y exigen más medidas. "Los controles se concentran en la Avenida de Marín, mientras los vecinos de la Praza das Pontes sufren los ruidos y daños a coches por la permisividad para la práctica del botellón en el aparcamiento y zona del helipuerto", argumenta.

Oleada de incendios

En junio del año pasado, la Guardia Civil de Cangas detuvo a una persona acusada de la quema de 15 contenedores en los meses previos, afectando también a dos vehículos y creando un clima de psicosis entre el vecindario del centro urbano y su entorno. Los afectados piden que se extreme la vigilancia, principalmente las noches de los fines de semana, para evitar que se repitan hechos similares.