Desde la prehistoria Marín constituye uno de los principales núcleos de población de la ría. Son muchos los relatos y los restos arqueológicos que dan cuenta de como la villa de Marín ha tenido a lo largo de su historia un importante valor estratégico para el desarrollo cultural y económico de su entorno. Hoy se cuida con esmero los vestigios de aquel tiempo, para no olvidar el pasado.

Por eso el Concello ha puesto en marcha una ruta de miradores, dentro del proyecto "Marín tes moito que ver. Roteiro dos cinco miradores", cuyo objetivo es dar a conocer esos valores esenciales que conforman el carácter y el modo de vida de los marinenses.

El proyecto, de marcado valor pedagógico, traza un recorrido por el municipio, pensado para que el visitante pueda conseguir una visión lo más completa posible sobre sus valores históricos, culturales, turísticos y económicos.

En el camino, que une diferentes puntos de interés paisajístico y patrimonial, se encuentran diferentes paneles explicativos de la importancia de cada uno de ellos. Estos fueron elaborados para facilitar esta comprensión a todas las personas. Se diseñaron con una construcción e información accesibles y observando las normativas en materia de accesibilidad.

Asimismo, cada uno de los cinco miradores está concebido para dar una perspectiva diferente de los valores estratégicos de la economía marinense, de modo que se podrá obtener en una sola vista y en perspectiva histórica, cómo fue la transformación que vivió el paisaje para incorporar el trabajo en el campo y principalmente la industria, como elementos de riqueza del municipio.

Al final del recorrido, que transcurre a lo largo de 6,5 kilómetros por el término municipal, el visitante habrá descubierto un pueblo, una cultura y muchos motivos para volver y quedarse; "porque Marín es mucho más que mar y al fin el visitante tiene mucho que ver", expone la presentación de la ruta.

El proyecto se articula en torno a un itinerario circular que discurre por diferentes entornos del casco urbano, de las playas y del rural de Marín. La alameda, la Escuela Naval Militar, el vial de playas, los petroglifos de Mogor, las calles, el paisaje y la arquitectura del rural, el Castro de Subidá, la Finca de Briz, la plaza de abastos, el casco antiguo y también un paso por las mejores vistas sobre el municipio. Es un trayecto de dificultad media-baja que se recorre a pie en un tiempo aproximado de dos horas.

El recorrido transcurre por pistas asfaltadas en su mayor parte. El acceso a los puntos de interés, incluidos los miradores, será posible para todas las personas independientemente de su capacidades. La información se ofrece en paneles informativos situados a una altura de 75 centímetros, se presenta en formato de lectura fácil, y su contenido es apoyado por imágenes.