Representantes del Concello de Moaña, de la Diputación y del movimiento vecinal de la villa participaron ayer en la primera visita oficial a la depuradora de O Latón desde que se pusiera en marcha el nuevo sistema de cubrición y desodorización de la EDAR, una mejora que los vecinos de este barrio de Meira reclamaban desde hacía años para poner coto a los olores y a la proliferación de insectos que sufrían sobre todo en verano.

Durante la visita, organizada por Aqualia para conmemorar el Día da Auga, políticos y vecinos comprobaron de primera mano el funcionamiento del nuevo sistema, así como del resto de la depuradora. El jefe de servicio de la concesionaria en Moaña, Manuel Viñas, y el responsable de depuración de la empresa en Galicia, Roberto Fernández, explicaron que cada año la depuradora trata 3 millones de metros cúbicos de agua. El nuevo sistema de desodorización cubre la planta de pretratamiento, en donde se separan las gasas y la arena del agua que recibe la estación. Mediante un biofiltro de desodorización se limpian hasta 6,1 millones de litros de aire cada hora.

El aire asciende por el depósito del biofiltro tras ser canalizado con ayuda de un ventilador. Tres entradas de agua duchan ese aire. Se emplean unos 15.000 litros de agua por hora. El hedor, provocado por el ácido sulfhídrico, se disuelve en el agua y desaparece del aire.

El nuevo sistema utiliza también un relleno de plástico en el que crece una película biológica que absorbe este ácido en contacto con el agua.

Desde la asociación vecinal de O Latón, Esteban Leites, indica que los vecinos del barrio agracen esta obra, aunque se muestran escépticos con respecto a su funcionamiento "que será comprobado no verán, cando hai máis calor e baixa o caudal de auga", apunta. De momento, desde la entrada en funcionamiento de esta cubrición, en octubre, no se produjeron quejas.

Con un coste de 190.000 euros la Diputación de Pontevedra financió por completo esta obra gestionada por el anterior ejecutivo local e inaugurada con el actual gobierno. Precisamente dos ediles del PP que formaban parte del anterior ejecutivo, Rosa Solla y Jorge Santomé, participaron en la visita. Solla aseguró que estaban "satisfechos por haber hecho realidad esta mejora, que era una petición de los vecinos de hacía muchos años". Recordó que el sistema se implantaba en otros municipios "y se demostró totalmente efectivo".

Tras la visita la alcaldesa, Leticia Santos, reconoció la demanda de esta obra y los olores que soportaban los vecinos. "Se financiou e adxudicou pola Deputación, o que agradecemos", dijo. La dirección de obra correspondió a los técnicos municipales.

Santos aprovechó el Día da Auga para realizar un llamamiento a los vecinos pidiendo "consumo responsable e coidado de medios como os acuíferos, os ríos ou a propia ría. Hai que ter en conta que a auga potable é cada vez máis limitada", advirtió.

Desde la Diputación el responsable de infraestructuras, David Regades, destacó la planta de tratamiento de aguas de Moaña. "Este tipo de obras son as que hai que facer na provincia, porque o primeiro obxectivo da Deputación ten que ser salvar o seu entorno e respectar a natureza", apuntó para resaltar la importancia de "garantir o saneamento da ría de Vigo, porque una ría limpa será un atractivo tanto para o ocio como para o traballo".

El diputado buenense, Xosé Leal, por su parte, destacó que la desodorización ataja un problema que generaba un "conflicto social".

Los responsables de Aqualia recordaron que los residuos retirados suman 2.000 toneladas de fango al año y 1.000 toneladas de arenas y grasas.

Solo un reactor

El colectivo vecinal se interesó desde hace tiempo por el hecho de que solo se ponga en funcionamiento uno de los dos reactores que golpean e introducen oxígeno en el agua. Desde la concesionaria explicaron que la planta tiene capacidad para 3.000 kilos al día de contaminación orgánica, y se recibe una media de 1.400 kilos. Aunque el caudal aumente mucho con las lluvias por deficiencias en la separación, la cantidad de contaminación a tratar es similar. De ahí que sea suficiente con utilizar una sola balsa. La EDAR de Moaña está diseñada para soportar una población de 35.000 habitantes, por lo que existe un importante margen de crecimiento.

La visita concluyó con un recorrido por el decantador de lodos y el sistema ultravioleta que destruye las bacterias del agua antes de ser devuelta a la ría. Para comprobar que el agua finaliza el ciclo totalmente limpia, se utiliza para llenar un estaque con carpas situado en la parte sur de las instalaciones.