El Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena a 22 de los 43 procesados que relacionados con dos alijos de cocaína que intentaron introducir en España a través de contenedores por los puertos de Valencia y de Marín. Concretamente, a través de la rada pontevedresa lograron pasar, aunque bajo seguimiento de la Policía Nacional, un cargamento de 836 kilos de cocaína camuflada entre un cargamento de gambas congeladas que acabó siendo incautado en el polígono de Pocomaco en A Coruña a finales de junio de 2009.

Dentro de aquella investigación desarrollada por la Udyco de la Policía Nacional bajo la tutela de la Audiencia Nacional se había podido descabezar a una de las principales redes dedicadas al tráfico de drogas utilizando contenedores y que estaba liderada en Valencia por Rafael Núñez Cencerrado, alias Valenciano, para quien el Supremo confirma la pena de 18 años de prisión.

Las penas impuestas por la Audiencia Nacional a los 22 condenados iban desde los 7 a estos 18 años de cárcel para el cabecilla de la red, así como multas por valor de más de 2.133 millones de euros. El nuevo fallo dictado por el Supremo confirma la mayoría de las penas, rebajando únicamente de doce a 7 años la pena para uno de los detenidos por el alijo de Galicia al entender que no se estaba aplicando correctamente el agravante de reincidencia. También rebaja las multas impuestas a diez de los acusados de 141 a 100 millones de euros.

Esta investigación permitió abortar dos envíos de cocaína que se gestaron en paralelo. Uno de 500 kilos a través del puerto de Valencia y el de más de 800 que entró en España por Marín. Este último comenzó a fraguarse en abril de 2008 y para su consecución el fallo establece que los organizadores del envío contaron con la colaboración "de un guardia civil en la reserva" y también del entonces "jefe de puesto de la Guardia Civil en el puerto de Marín". Un empresario coruñés fue condenado por aportar su empresa como tapadera para la importación de las gambas congeladas entre las que se encontraba la cocaína que entró por el puerto pontevedrés. También fue condenado un arousano, pero no por este alijo del contenedor, sino por otro de diez kilos de cocaína que se interceptaron en la localidad de Adanero cuando eran transportados de Madrid a Galicia.

El contenedor con la droga salió del puerto ecuatoriano de Guayaquil y en Cartagena de Indias fue trasvasado a otro buque que lo llevó hasta Marín. La Policía siguió la pista al alijo de forma controlada desde Marín hasta A Coruña.