El desprendimiento registrado en el Corredor do Morrazo a causa de los temporales del mes de febrero fue el más importante, pero no el único registrado en la comarca. La otra vía que vertebra O Morrazo, la PO-551, también sufrió dos derrumbes a su paso por el término municipal de Bueu, en los que también está trabajando la Consellería de Infraestruturas. El más grave se registró a la altura del punto kilómetrico ocho, a la altura de la parroquia de Cela, y los restos del talud llegaron incluso a impactar contra un automóvil. Afortunadamente sin provocar daños personales. El otro incidente se registró en el punto kilométrico doce, a su paso por el lugar de A Graña y a la altura de la conocida como "casa dos picos".

Desde la consellería apuntan que ambas obras de reparación estarán concluidas a lo largo de la próxima semana. Los trabajos los realiza la empresa Taboada y Ramos, que tiene la concesión del mantenimiento de esta carretera. La actuación más compleja es la del lugar de Sabarigo, Cela, donde hubo que proceder a un profundo saneamiento del terreno e incluso a talar varios árboles. El desprendimiento registrado el 14 de febrero puso de manifiesto la delicada situación de este talud, con el riesgo de nuevos derrumbes. La solución adoptada consistió en la construcción de un muro de piedra de unos ocho metros de alto para asegurar el terreno, incluyendo una cimentación.

El tramo de muro que se vino abajo en el lugar de A Graña formaba parte del perímetro del Pazo do Casal y en este caso también repisó el arcén de la PO-551. Aquí los trabajos consisten en levantar otro muro de piedra de cerca de cinco metros de alto.

La ejecución de ambas obras está muy avanzada, según indican desde el Servizo de Estradas, y se espera que durante la próxima semana estén finalizadas. La presencia de maquinaria pesada en la calzada y la complejidad de los trabajos, con la colocación de grandes bloques de perpiaño, ha obligado a cortar temporalmente uno de los carriles de circulación y a regular el tráfico con semáforos.

Los últimos temporales también provocaron otros desprendimientos, aunque de menor gravedad en otros puntos de la PO-551, con la caída de barroncas de tierra a lo largo de su trazado en lugares como A Madalena, en Cangas.