El titular de juzgado número 3 de Cangas dejó ayer en libertad a los tres ciudadanos de nacionalidad rumana (dos mujeres y un hombre) detenidos el miércoles en la villa por la Guardia Civil, junto a un menor, también de nacionalidad rumana, que fue puesto a disposición de Fiscalía del Menor. Sobre los adultos pesaba la acusación de pertenencia a grupo criminal, utilización de menores para la mendicidad, estafa y falsificación documental. El juez del Número 3 redujo, sin embargo, la acusación realizada por la Guardia Civil a estafa. Además de dejar en libertad a los tres rumanos, no les impuso la obligación de comparecer, aunque sí la de notificar el cambio de domicilio.

Según fuentes judiciales, los rumanos tienen su domicilio en Alicante y habían acudido a Vigo en busca de trabajo, según declararon. El juez no relacionó a los detenidos con ninguna organización criminal ni consideró que se pudiese hablar de utilización de menores para la mendicidad. El titular del juzgado Número 3 de Cangas adoptó la decisión después de tomar declaración a los rumanos adultos: A.L. G.O., de 37 años de edad, G.F.G., de 23 y A.D., de 20 años de edad.

Según relata la Comandancia de Pontevedra, en la mañana del miércoles se recibió una llamada telefónica en el puesto principal de la Guardia Civil de Cangas, comentando que en las calles de la vila había varias personas haciéndose pasar por sordomudos y que pedían donativos y firmas para una ONG. Agentes de la benemérita localizaron a los rumanos cuando entraban en un vehículo, marca BMW, que fue interceptado y se procedió a la identificación de los cuatro ocupantes, dos mujeres y dos hombres, uno de ellos menor de edad, todos con antecedentes penales por estafas similares y hurtos mediante el método del abrazo, por lo que se procedió a su detención y se le incautó los portafolios con las firmas solicitadas, así como documentos falsos de la ONG Handicap Internacional y el dinero obtenido mediante el engaño.

El modus operandi consistía en hacerse pasar por sordomudos solicitando un donativo, datos personales y firma en nombre de la citada ONG, con datos falsos.

Las víctimas acostumbraban a ser personas de avanzada edad a las que, aprovechando la proximidad para firmar, les sustraían joyas y otras pertenencias con el denominado método del abrazo cariñoso, llegando incluso a realizárselo a una persona discapacitada.