El gobierno de Cangas ha dejado izada a media asta la bandera de Europa que luce con la española y la gallega en la fachada del Concello, en protesta por la decisión de la Unión Europea de poner fin, en la madrugada del martes, al derecho internacional del asilo a refugiados. Señalan que los jefes de Estado y el Gobierno de la UE llegaron al acuerdo con el primer ministro turco, para poner en marcha un programa para deportar a Turquía a los emigrantes que lleguen a la UE a través de este país. A cambio, los Estados miembros reubican a un número de refugidos sirios asentados ya en Turquía.

Desde el gobierno de izquierdas de Cangas consideran que la medida es injusta y desprecia los derechos humanos convirtiendo los campos de refugiados en campos de concentración.

La Concejalía de Servicios Sociales de Cangas, que dirige Tomás Hermelo, había abierto un censo de personas voluntarias para acoger a refugiados cuando empezó el éxodo desde Siria a causa de la guerra. Hermelo asegura que en el censo hay anotadas una docena de familias y también está inscritauna vivienda para dejar en uso, en caso de necesidad.De todas formas, han pasado meses y el concejal reconoce que aquella iniciativa quedó más en la teoría que en la práctica, porque siguen pendientes de que la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y el Estado tomen decisiones. Cangas se había inscrito como ciudad de acogida.