La mañana tan lluviosa hacía temer a las camareras de la Hermandad de los Dolores, que se afanaban en los últimos preparativos para la procesión, por la tarde, de la Virgen de los Dolores. La casa de María Acuña, en la Praza do Siñal de Cangas, era, como siempre en este día, un hervidero de gente y de nervios. La imagen de la Virgen, que no es pequeña, y que durante el año guarda Maria Acuña en el salón de su casa, bajaba de su sitio habitual para vestirla con toda la solemnidad para lo que antes era una rogativa de traslado hasta la excolegiata y que se ha convertido en una de las primeras procesiones que anuncian la Semana Santa en la villa y su fiesta local el próximo día 18, en honor a Los Dolores. La lluvia dio paso a grandes claros pero también frío que muchas devotas contenían al calor de las llamas de las velas mientras esperaban, en la plaza, para acompañar a la Virgen a lo largo de la procesión por el casco histórico.

Poco antes de las siete de la tarde, la Virgen abandonaba la casa de María Acuña y salía a la Praza do Sinal, en donde aguardaba la comitiva, con los hábitos propios de la Hermandad, de negro y azul. "¡Formar ya!" les dijo una directiva de la cofradía a las hermanas y hermanos de los Dolores, que portaban la cruz y los tres estandartes de los Penitentes, Los Dolores y de la Virgen. Abrían camino por la rúa Sol los tres hermanos portando la Cruz, le seguían las hermanas con los estandartes de los Penitentes y de los Dolores y, por último, tres mujeres, con sus mejores galas, de oscuro, portando el estandarte de la Virgen. Tras la imagen, cerraba la comitiva, el párroco de Cangas, Severo Lobato, micrófono en mano para los cánticos y el rosario durante la procesión; acompañado por el padre Diego Muñoz, llegado ayer mismo desde Sevilla e invitado por la Hermandad de Los Dolores y la Soledad para predicar el septenario de estos próximos siete días hasta la víspera del festivo local. Natural de Jaén, comenzó sus estudios de Teología en 1964 en Granada y una vez finalizada su carrera tuvo su primer destino en Chad, en África hasta que retornó a su Andalucía natal. Desde entonces es misionero popular jesuita por toda España. Actualmente trabaja en la Residencia Sagrado Corazón de Jesús de Sevilla y es el vice postulador de la causa de beatificación del padre jesuita Francisco Tarín.

La procesión recorrió la calle Benigno Soage por delante de la antigua casa conocida como la de las señoritas de Sequeiros, que durante muchos años guardaron la imagen de Los Dolores, después de la Desamortización de Mendizábal, cuando la Virgen presidía el antiguo salón de plenos del Concello.

La procesión concluyó en la excolegiata antes de las ocho de la tarde, en donde tuvo lugar un concierto de música sacra a cargo de la soprano viguesa Carmen Durán y el tenor José Bustamente, acompañados al piano por Miguel Costas. En el repertorio sonaron piezas de Beethoven, de Händel, de Pergolesi, de Buizet o el "Pai noso" de Malotte.

Hoy comienza la novena a San José y el septenario de Los Dolores, a las 19.00 horas, predicado por el padre Diego Múñoz y cantado por el grupo Mornura.