El no nato Plan Xeral de Cangas sigue enfrentando a la corporación municipal. El gobierno municipal por medio de su concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, quiere comenzar de cero. Asegura que lo hace con el aval de los técnicos municipales y también con lo de la Xunta de Galicia, de hecho Abalo mencionó en la junta de portavoces donde dio a conocer su propósito que había mantenido una reunión con Urbanismo de la Xunta, donde también recomendaba iniciar de nuevo el proceso. El argumento de peso que se ofrece para ello es la entrada en vigor el próximo día 19 de marzo de la nueva Ley del Suelo de Galicia. Eso supone nuevos informes sectoriales, ya que los que realizó la empresa Consultora Galega, con la nueva ley, carecen ya de sentido. Como mencionó Mariano Abalo, se aprovechará el trabajo de cartografía hecho por la anterior empresa, pero el equipo de gobierno quiere un plan nuevo donde participe la Comisión Sectorial de Urbanismo, que el citado edil pretende resucitar, con el fin "de facer un plan máis transversal".
El pliego de condiciones que regirá la adjudicación de la nueva empresa que se encargará de elaborar el PXOM está previsto que se presente a la junta de gobierno del día 21. Abalo habla espera que en junio estén adjudicados los trabajos, pero se resiste a dar fecha sobre su finalización. Confía en que a lo largo de 2017 se haga la aprobación inicial. Reconoce que se contará solo con el dinero que tiene la Xunta pendiente de entregar: el correspondiente a la aprobación provisional y el de la aprobación definitiva, pero que el Concello de Cangas está en conversaciones con la Xunta para conseguir mayor capacidad económica para hacer frente a lo que considera es algo primordial para Cangas y que exigen todos los partidos.
Pero fue una reunión tensa la de la junta de portavoces. El grupo municipal del PP llevaba tiempo esperando esta ocasión y Abalo se la presentó en cinta de regalo al llevar el tema a una junta de portavoces no específica, sino la habitual donde se dictaminan los asuntos que van a ir a pleno. El portavoz del grupo municipal del PP, Rafael Soliño, atacó sin ofrecer un respiro. No aceptó explicaciones de los técnicos y preguntó de inmediato por los criterios políticos que llevaban al Plan Xeral a volver a la casilla de salida tras ocho años de trabajos y un gasto de 600.000 euros.
Consideraba Rafael Soliño que existían posibilidades de salvar el trabajo realizado, como llevar el documento a aprobación inicial y enmerdar lo que fuera en el transcurso de la exposición pública. Según los técnicos había ciertas dudas de si eso iba dar validez a los informes sectoriales realizados en la época de Consultor Gallega y Mariano Abalo consideraba que es fórmula supondría dos exposiciones públicas continuadas que embarraría un poco el campo de juego y confundiría a la población.
Rafael Soliño recordaba ayer que se trata de un plan que lleva ocho años de elaboración, que él continuó el que inició Clara Millán (BNG) y Héctor Otero (PSOE) en aquel bipartito y que los convenios urbanísticos de Massó y Promalar ya no figuraban en el nuevo documento. Acusa a Mariano Abalo de estar parado durante ocho meses con el Plan Xeral, porque de haber actuado antes no hubiese sido necesario comenzar de cero y hacer más caro la elaboración del documento. Él también afirma que pudo "dormirse" también en el tiempo al no sacarlo a aprobación inicial, pero que el nuevo gobierno tuvo tiempo ahora para hacerlo y no quiso.
Rafael Soliño asegura que no hay dinero para empezar de cero, que a la Xunta de Galicia solo le quedan dos entregas que hacer y eso no será suficiente, aunque la cartografía de Consultora Galega se pueda utilizar.
