El desprendimiento registrado la semana pasada en la PO-551 a su paso por Cela puso de manifiesto el peligroso estado en el que se encontraba el talud situado frente al bar Muíño Vello, a la altura del punto kilométrico 8 en dirección a Marín. La Axencia Galega de Infraestruturas ha decidido actuar de inmediato para evitar nuevos derrumbes y esta misma semana han comenzado las obras para construir un muro de ocho metros de alto y más de 20 de longitud para asegurar el terreno.

Los trabajos los ejecuta la empresa Taboada y Ramos, que tiene la concesión del mantenimiento de esta vía, y comenzaron por el "saneamiento" del terreno. Esto implica la retirada de la parte más inestable del talud, que en este caso incluyó además la tala de tres árboles cuyas raíces habían quedado parcialmente a la vista. Las labores se centran ahora en la construcción de unos cimientos de más de un metro de profundidad para el nuevo muro, que se estima que tendrá una altura de ocho metros. La construcción se realizará con bloques de perpiaño y la empresa espera que los trabajos puedan estar listos a mediados de la próxima semana.

No es la única obra que se acometerá en la PO-551 a su paso por el término municipal de Bueu. El temporal también provocó el derrumbe parcial de un muro en el punto kilométrico 12, en dirección a Cangas, a la altura de la conocida como "Casa dos Picos", en A Graña. Ese desprendimiento afecta a la calzada y por eso se construirá un nuevo muro, que en este caso tendrá entre 4,5 y 5 metros de altura.