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La lonja de Bueu triplica las capturas de erizo desde 2010 y el sector decide proteger el recurso

La flota fija vedas en varias zonas de la ría para garantizar su conservación - Este año reducen los cupos máximos diarios y las jornadas de trabajo, que son cuatro a la semana

Un erizo de mar abierto. // FdV

Las capturas de erizo de mar en la ría de Pontevedra se han triplicado en apenas cinco años. La lonja de Bueu ha pasado de subastar 17.500 kilos en 2010 a casi 58.000 en el recién acabado 2015. Unos datos espectaculares, que se explican también por el aumento de embarcaciones que participan en un plan de explotación conjunto entre Bueu y Portonovo, y que han obligado al sector a hacer una reflexión sobre su futuro. Sobre todo al comprobar los problemas que se están registrando en otras zonas de Galicia, donde este recurso ha desaparecido ante la sobreexplotación. Los marineros han apostado por adoptar una serie de medidas para proteger la especie y garantizar su viabilidad, tanto a nivel biólogico como económico. Las primeras decisiones incluyen el establecimiento de vedas en zonas concretas, la reducción en el cupo de capturas diarias o incluso rareos, que implican el traslado de ejemplares de erizo a otras zonas de la ría para facilitar la repoblación.

La flota que se dedicaba a la extracción del erizo pasó de los tres barcos del año 2010 a casi una decena en la actualidad, aunque los que van con asiduidad son apenas seis. Hasta finales de 2015 tenían asignado un tope máximo diario de 150 kilos, pero ese límite se ha reducido a 120 kilos desde el inicio de este año. El sector no solo reduce sus capturas, sino también los días de trabajo puesto que ahora solo van al mar cuatro días (de lunes a jueves). Las primeras consecuencias positivas ya se están notando en los precios, que prácticamente se han doblado hasta superar los seis euros el kilo. Aún así hay épocas en las que ese importe se dispara, como la temporada navideña. Durante las últimas navidades en Bueu se llegaron a pagar entre 11 y 12 euros el kilo.

El objetivo de esta serie de medidas es evitar los problemas que se viven en otros lugares, donde el erizo de mar prácticamente ha desaparecido debido a una explotación intensiva. El mejor ejemplo es Asturias, a donde se dirige gran parte de la producción. "Son grandes consumidores, pero lo agotaron", explican. Este recurso se ha revalorizado en los últimos años y se ha convertido en un marisco muy apreciado, pero tiene un inconveniente: su periodo de crecimiento es muy lento y no se recupera de un año para otro, sino que necesita hasta cinco años.

La temporada de extracción abarca desde octubre a abril, aunque siempre teniendo en cuenta el proceso de desove. Las poblaciones de erizo se concentran en zonas rocosas o con bajos, algo que convierte a la isla de Ons en un banco de gran calidad. El propio sector decidió ya en 2015 establecer una veda en otros bancos, como Onza, Udra o Lagos, para conservar estas poblaciones y garantizar su conservación. Esa medida de protección continuará vigente durante este 2016.

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