La decepción era palpable entre los herederos y descendientes de Manuel Riobó Guimeráns. La familia está repartida por varios puntos de España, desde Vigo a Málaga pasando por Madrid o País Vasco. "Esto es un cachondeo, una burla. Pero no de ahora, sino desde hace muchos años", afirma desde Málaga Miguel Cuadros Riobó. Tras la reciente muerte de su madre, Dolores Riobó [nieta del doctor Manuel Riobó], él es el "mayor" de los descendientes. "No hay adjetivo para calificar esto", añade. Su hermano Jorge, que vive en Madrid, es igual de contundente. "Yo empecé todo esto con mi madre. Nos han engañado, nos han estafado...", manifiesta. El portavoz de la familia sigue siendo el doctor Manuel Riobó, que reside en Vigo, y que ayer no ocultaba su opinión sobre la última sentencia del Supremo. "El tribunal ha utilizado un subterfugio legal para no entrar en el fondo del asunto y de paso no decir cuál fue la tasación que se hizo de Sálvora, que la pagamos todos los españoles", lamenta.
"Pagan 600.000 euros por una isla cuando un piso en la Praza Compostela de Vigo ya vale un millón de euros"
Manuel Riobó reconoce que la inadmisión a trámite del recurso de casación por parte del Tribunal Supremo supone el fin a los 20 años de litigios y pleitos con el Estado y la Xunta de Galicia. La familia y sus representantes legales han intentado que a la hora de tasar la isla de Ons se utilizasen los mismos valores empleados en su día para recomprar Sálvora a una entidad bancaria. "Nuestro abogado lo ha intentado de todas las maneras, pero no hemos conseguido conocer esa tasación", critica el portavoz de la familia. "Pagan 600.000 euros por una isla cuando un piso en la Praza Compostela de Vigo ya vale un millón de euros", añade indignado desde Málaga su primo Miguel. "Las casas se valoraron según los valores catastrales de Cangas, pero para los terrenos usaron los de Tablas de Daimiel [el parque nacional en Castilla La Mancha]. No tiene sentido usar valores del interior para un lugar de costa", claman los herederos.
"Si mi madre viviese estaría tan cabreada como lo estoy yo"
Este último jarro de agua fría a sus aspiraciones se suma al largo historial de desencuentros con la administración a lo largo de las dos últimas décadas. "Esto ha sido una pesadilla de 20 años. En 2005, cuando el Supremo dijo que había que indemnizar, quisimos alcanzar un acuerdo amistoso, pero no quisieron. Ni en broma pensaba que íbamos a estar otros diez años con la ejecución de sentencia", confiesa Manuel Riobó. Todos se acuerdan, aunque no para bien, de la figura del que fuera presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, fallecido en 2012. Los trámites para la reversión comenzaron cuando él estaba al frente del gobierno autonómico. "Le dijo a mi madre: 'Tranquila Lolita, se hará justicia'. Pero nos engañó", coinciden los dos hijos de Dolores.
La última matriarca falleció el pasado verano, con más de 90 años de edad, y de ella se acuerdan sus hijos y sobrinos. "No pudo llegar a ver esto en vida", dice Manuel. Su hijo Jorge es contundente: "Creo que si llega a estar viva acogería esta sentencia con el mismo cabreo que tengo yo", asegura su hijo Jorge Cuadros Riobó. Cuando la familia decidió iniciar el proceso para conseguir la reversión el archipiélago de Ons aún no era parque nacional. "Ni siquiera estaba en proyecto. Lo del parque nacional comenzó por nuestro pleito", coinciden los herederos de Manuel Riobó Guimeráns.
"Creo que había algo contra nosotros, supongo que no pedíamos cualquier sitio. Todo lo que nos ha pasado es muy raro, incluyendo el reparto del asunto en el tribunal. Ni siquiera nos han contestado a nuestra solicitud para recuperar el uso de nuestra casa, la que utilizaron Manuel y su hijo Didio, y que hoy es la que tiene Parques Nacionales", concluye Manuel Riobó desde Vigo.