Portos de Galicia inició en enero las gestiones para mejorar la seguridad del pantalán de pasajeros de Moaña. Así lo explica este organismo tras conocerse que el vecino Fernando Costas, que lleva desde 2012 intentando que se subsanen estas carencias, recurrió a la Valedora do Pobo.

Desde Portos reconocen tener conocimiento de esa denuncia ante la Valedora y desde entonces han enviado a los técnicos del organismo a la zona para comprobar la situación actual. De acuerdo con ello se procederá a acometer, a la mayor brevedad, una serie de obras menores para adecuar su situación a lo indicado en el informe remitido en su momento. Entre estas deficiencias se encuentra la carencia de elementos antiincendios como extintores o la falta de salvavidas. elementos que sí existen en el pantalán de pasajeros de Vigo.

También se demandaba en la petición del vecino la instalación de señales de riesgo de caída y suelo resbaladizo, así como aplicar a la madera del pantalán flotante un tratamiento antideslizante y una correcta señalización en amarillo.

Portos empezó a atajar también los problemas de iluminación artificial en este muelle de pasajeros, una medida que se exigía también en el escrito ante la valedora. La empresa que se encarga del servicio de prevención de riesgos laborales de Portos de Galicia confirmó que los niveles de iluminación del pantalán y en general de toda la zona de la Estación Marítima no son adecuados, para lo cual se han realizado las gestiones con la distribuidora Unión Fenosa, para adaptar la instalación y dar de alta el servicio necesario adscrito al ente público. Al parecer los operarios de la empresa eléctrica ya iniciaron estas tareas.

Domaio

Por otro lado, desde Portos explican la situación de la retirada de las jaulas de producción de rodaballo de Loitamar. Desde la chatarrería que adquirió esta instalación e inició su retirada en la primavera de 2014 se explicó que Portos paralizara esta retirada. El organismo autonómico aclara que se notificó el final de la autorización para descargar y limpiar las jaulas en la rampa de varada de Domaio.

Las quejas del sector por no recoger y limpiar correctamente los restos orgánicos y de los flotadores de las jaulas son una de las razones que llevó a Portos a requerir que se paralizase la actividad. La suciedad, al parecer, ocasionaba olores e incluso afectó a alguna playa cercana. El organismo estudia ahora conceder una nueva autorización para retirar las 300 jaulas que siguen fondeadas, si se cumplen con todas las condiciones que plantea.