El nuevo juzgado de refuerzo de Familia, que en la práctica constituye una tercera sala, se ha puesto en marcha en un inmueble de alquiler próximo a la sede judicial viguesa donde se ubicaba el de Preferentes que ya concluyó su trabajo. El juzgado arranca con más de 200 asuntos en trámite, los que tenía el equipo de refuerzo que venía operando como apoyo de los dos juzgados de Familia, y a los que se sumarán en los próximos días los casos que les toquen por los turnos de reparto.

La magistrada, una letrada judicial (antiguos secretarios) y dos funcionarios han puesto en marcha el nuevo juzgado, que ya está abierto al público, a los que antes del jueves se sumarán otros dos funcionarios asignados por la Xunta de Galicia que completan la plantilla prevista. El jefe de servicio territorial de la Xunta en Pontevedra visitó ayer las instalaciones para comprobar su puesta en marcha.

Este juzgado -que cuenta con cuatro de los seis funcionarios que son habituales- descongestionará las otras dos salas de Familia, prácticamente colapsadas. Los funcionarios, que durante el último año convocaron movilizaciones ante las dilaciones que conllevaba la falta de medios, destacan que la nueva sala de apoyo es imprescindible para recortar los importantes retrasos en los procesos contenciosos de separación y divorcio, así como en los asuntos de menores o incapacidades y dependencias. Y es que estas salas, además de divorcios y lo que de ellos se deriva, llevan el control de tutelas anual de incapacidades e internamientos psiquiátricos o residencias geriátricas y son responsables del control de la situación médica del internado.