Las tareas de control de los conserjes municipales reforzadas con la presencia de dos patrullas de la Policía Local y de guardias civiles de paisano impidieron ayer, por segundo viernes consecutivo, montar los puestos de venta a una decena de ambulantes a los que el Concello no ha renovado las licencias por carecer de toda la documentación en regla. La mayoría de los afectados son ambulantes de etnia gitana conocidos como "zamoranos", cuyo enfrentamiento con los "morones" ha enrarecido el ambiente en los últimos meses en este mercadillo tradicional, aunque los responsables municipales dejan claro que su prohibición de instalar algunos puestos no está vinculada a ese conflicto sino al incumplimiento de la normativa municipal, que es "a misma para todos os vendedores ou colectivos".
Conserjes y agentes constataron a primera hora de la mañana cómo algunos ambulantes a los que se revocó la licencia por no cumplir todos los requisitos exigidos en tiempo y forma, y a los que ya se había apercibido en semanas anteriores, intentaban instalar sus puestos en los jardines de O Señal y de Soage, instándolos a desistir, y éstos acataron las órdenes sin que se produjeran altercados ni incidentes, aunque trasladaron sus quejas por el proceder del consistorio, que está decidido a dar continuidad al proceso de regularización de la actividad de venta ambulante, poniendo freno a los reiterados incumplimientos.
Agentes de la Policía Local también procedieron ayer a controlar la venta fraudulenta de productos falsificados y decomisaron cerca de 300 discos compactos con copias ilegales de música (168) y películas de cine (119), incluidos varios estrenos, e identificando al vendedor, que es reincidente.
