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Rosas abandona la Federación Gallega por la dejadez del presidente con el cerco

El patrón mayor de Bueu dará cuenta hoy de su dimisión a la Federación Provincial -El primer enfrentamiento con Fajardo ya surgió por el pago de daños del conflcito del pulpo

Rosas, en primer término, con Rosa Quintana y Fajardo, en la toma de posesión de la Federación. //X. Álvarez

Se fue de manera silenciosa, sin querer polemizar pero dejando las ideas claras y poniendo a salvo su reputación, como siempre ha hecho ante un conflicto. El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, presentó la semana pasada por escrito su dimisión como vicepresidente de la Federación Gallega de Cofradías y también como miembro de su comité ejecutivo, tras año y medio en el cargo, debido, según las fuentes consultadas, por unas desavenencias con el presidente de la agrupación, Tomás Fajardo, que se empezaron a arrastrar por cuestiones relacionadas con los gastos por el conflicto del pulpo de 2013 y que se hicieron insalvables en este último conflicto del cerco. La Federación Gallega había consensuado el 21 de diciembre pasado una propuesta de reparto de cuotas para el cerco que Fajardo tendría que haber planteado al día siguiente en la reunión con la conselleira de Mar, pero no lo hizo y eso avivó el enfrentamiento.

Rosas presentó su dimisión en una carta enviada para entregar en mano en la última reunión del comité ejecutivo, de la Federación, celebrado en Lorbé, en A Coruña.

A falta de una confirmación oficial por parte del mismo Rosas, que ayer declinó hacer valoraciones a la espera de dar a conocer su renuncia en la asamblea que hoy celebra la Federación Provincial de Cofradías en Arcade, todo apunta a que su marcha se debe única y exclusivamente a esas desavenencias con el presidente Tomás Fajardo por su manera de actuar.

No es nuevo el malestar que existe en parte del sector de bajura con el presidente de la Federación Gallega de Cofradías por su manera de actuar, sin respetar como se debiera acuerdos de la asamblea y tampoco otros heredados de su antecesor, Benito González, como los adquiridos en el caso del conflicto del pulpo. González se había comprometido a respaldar jurídicamente a los cinco marineros de Bueu, Marín y Ribeira, detenidos y encausados por aquellos altercados del pulpo, incluso a repartir entre todas las cofradías los gastos por los daños que pudieran derivarse de la sentencia y que finalmente sumaban 17.581 euros. "En el sector cuando se llega a un acuerdo hay que cumplirlo", aseguran las fuentes consultadas. En este caso y según las mismas fuentes, Fajardo se negó en un primer momento a asumir los gastos de aquellos daños que se le imputaron a los cinco marineros, a los que Rosas sí acompañó en el juicio. Ahí surgió el primer gran enfrentamiento y Rosas alzó la voz en la asamblea en la que Fajardo intentó dejar al margen de los daños a la Federación. Finalmente, el presidente asumió la herencia de dicho acuerdo y en la propia página web de la Federación Gallega figura un acuerdo adoptado el 16 de diciembre en Ames para que se establezca un reparto lineal entre todas las cofradías que saldría a pagar 279,06 euros por cabeza.

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