La atomización y dispersión física de sus servicios siempre fue el argumento esgrimido para justificar la menor eficiencia de los recursos del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo o sus dificultades para conseguir técnicas de referencia. La apertura del Álvaro Cunqueiro no ha supuesto solo el estreno de unas nuevas dependencias, sino que ha propiciado una reordenación de todos los recursos hospitalarios del Sergas en Vigo al objeto de poner fin a esta problemática. Esta revolución de la atención especializada comenzó el 29 de junio, con la inauguración de las consultas externas del nuevo hospital de Vigo y, casi siete meses después, con el cierre ayer del Rebullón, se acerca a su fin. Durante el proceso, se han inaugurado 113.097 metros cuadrados de uso sanitario en el complejo de Beade, pero también supone la clausura de otros 83.000 repartidos en cinco inmuebles: la torre del Xeral, el policlínico Cíes, la mencionada residencia psiquiátrica y los centros de especialidades de Coia y A Doblada.

En el anterior modelo, el criterio fundamental del reparto de actividad entre hospitales era la población. El Xeral y el Meixoeiro ofrecían casi las mismas especialidades y, mientras el primero se hacía cargo de la ciudad, y el segundo a tendía a municipios del entorno. En esta ecuación hay que añadir al centro concertado Povisa, que atendía al Morrazo, Val Miñor y algunos barrios de Vigo. Con la integración de los dos primeros en una estructura Chuvi, se inició un proceso de fusión de servicios y de sus jefaturas, que daba los primeros pasos hacia el nuevo modelo, donde lo importante es la agrupación de los profesionales de cada especialidad y la complejidad de los procesos es el principio en base al que se han repartido.

El Álvaro Cunqueiro es el "nodo central" de este "sistema multihospital". Se encarga de la atención de los pacientes agudos o los que requieren para su diagnóstico o tratamiento de unos medios más complejos. Además, el complejo de Beade ha tomado el relevo del Xeral como la nueva gran maternidad de Galicia y tiene abierta la única puerta de urgencias hospitalarias de la red pública en Vigo. Precisamente, con este servicio culminó el pasado 24 de septiembre la progresiva apertura del centro.

En el Meixoeiro se han dejado 224 camas para la hospitalización de pacientes sub-agudos de Medicina interna, que requieren unos cuidados o unas pruebas sencillas, así como la unidad de paliativos. Concentra también las cirugías sin ingreso o de corta estancia de Cirugía general, Trauma, Urología, Ginecología y Neurología. Para estas últimas dispone de 123 camas. Están pendientes las obras para adaptar su zona quirúrgica -con 12 quirófanos y 3 salas de cirugía menor- a los nuevos usos, con una zona de espera, vestuarios y despertar, más cómoda. Las que ya están concluidas son las de las dependencias de la nueva central de esterilización, que atenderá a todo el Chuvi. El Sergas espera inaugurarla en marzo. También ha adecuado en el edificio la zona del futuro laboratorio central, pero aún no ha sacado el concurso para equiparlo. En el Meixoeiro también se localiza la radioterapia y las pruebas PET; las unidades de mama, del dolor y de ébola; y concentra toda la atención de Dermatología, Alergología, Oftalmología, Endocrinología, Reumatología y Geriatría.

Del Xeral, solo permanecerá abierto el anexo II (con entrada por Pizarro) donde se mantiene la unidad de reproducción asistida y se han sumado el Centro de Orientación Familiar y la consulta de esterilidad. Se ha instalado allí el centro de salud de la calle Bolivia, que se ampliará con consultas de pediatría de A Doblada. Está en obras para reunir las tres unidades de salud mental antes repartidas en barrios y los dos puntos de urgencias extrahospitalarias.

El Nicolás Peña, que antes se centraba en crónicos de larga estancia y paliativos, fue el primero en vaciarse de ingresados (en agosto) y someterse a obras para su nuevo uso. Allí se trasladaron ayer sus nuevos inquilinos, los 68 pacientes de salud mental en rehabilitación. También ofrecerá buena parte de la atención ambulatoria y será la base para su equipo de atención a domicilio. Permanecen en el centro las consultas de rehabilitación, la Unidad de tuberculosis, el Centro de transfusión y varias pruebas de radiología.

Ya han cerrado el Rebullón, el policlínico Cíes y el centro de especialidades de Coia, y le falta poco al de A Doblada.