José Martínez Pose falleció en diciembre por problemas cardiacos. Dedicó prácticamente toda su vida a la mar. "Fue marinero desde los 9 años, como tantos moañeses de su generación", recuerda su hija. Empezó en los oficios más bajos. A los 13 años se sacó la cartilla de navegación.

Trabajó muchos años en el "Begoña" y el "Montserrat" de la Compañía Trasatlántica, enlazando las costas europeas con las americanas, también en mercantes de la misma armadora. En 1983 un accidente laboral al caer de un andamio le obligó a retirarse. Pese a que tenía una invalidez nunca se resignó y anduvo hasta su fallecimiento.

Su hija tiene clara la razón por la que se ofreció voluntario para participar activamente en ambos rescates. "Era muy fuerte y valiente. Tenía mucha fuerza de voluntad y nunca se arrugaba. Aún recuerdo como en Samil no dudó en lanzarse al agua a sacar a un bañista en apuros", indica. Pese a todo, su hija no se olvida de que fueron muchos los héroes de aquellos dos rescates.