Operarios de Portos de Galicia procedieron ayer a chorrear con agua a presión el pavimento de la estación marítima de Cangas y las escaleras de acceso a los barcos amarrados en la dársena con el fin de mejorar su imagen y seguridad, que ha recibido quejas de distintos usuarios, algunos de los cuales se quejaron por caídas que atribuyeron al firme resbaladizo, particularmente durante los meses invernales.

"Ya es grave cuando el pavimento está mojado, pero aún más con las temperaturas bajas y la superficie está congelada", argumentó hace ya varios meses uno de los afectados, que pidió que Portos de Galicia ofreciera una respuesta urgente a las demandas vecinales porque la austeridad no puede ser excusa para poner en peligro la seguridad.