Portos de Galicia realizará una evaluación técnica en el muelle de Domaio con la intención de subsanar las deficiencias más urgentes. Así lo explicaron ayer desde este organismo público tras las quejas que se repiten un año más por parte de los bateeiros con base en Domaio debido a la falta de abrigo y a los problemas para amarrar sus balandros por la ausencia de anillas.

Los 16 barcos que realizan su actividad en Domaio deben amarrar desde el comienzo de los temporales en el muelle de San Adrián, en el concello de Vilaboa. En esta infraestructura se agolpan unos 30 balandros, abarloados en varias hileras. Y es que la falta de abrigo en Domaio hace que los barcos se golpeen entre sí, lo que puede acarrear cuantiosos daños.

Además, desde las cooperativas mejilloneras se quejan de que en la última semana el puerto de Domaio ni siquiera tiene iluminación, pues la línea de luz no funciona.

Los bateeiros reclaman desde hace tiempo una ampliación del muelle de entre 15 y 20 metros, con la intención de desviar el oleaje para que rompa en la playa cercana en vez de en la rampa de varada, como ocurre en la actualidad.

Esto haría que los balandros tuvieran un abrigo eficiente. Esta misma semana aseguraron que este muelle solo les presta servicio "durante el verano". Lamentan la situación y recuerdan que pagan las tasas por amarre, carga y descarga, como el resto del sector en Galicia.

De momento, las mejoras de Portos se centrarán en aspectos más pequeños como la carencia de anillas para amarrar.