Como consecuencia de las intensas lluvias, el Concello de Cangas se vio obligado a podar una de las palmeras de la alameda nueva que ya estaba afectada por el picudo rojo y se va a talar. Obras decididó actuar porque las ramas se estaban desprendiendo del tronco y se temía que hirieran a personas y provocaran algún accidente de circulación.