Los alumnos volvieron ayer a las aulas tras las vacaciones de Navidad en una jornada en la que predominó la normalidad aunque con algunas ausencias debido a que se empezaba al día siguienmte de Reyes, y en las entradas a los colegios el comentario de los padres era que a los más pequeños les había costado mucho madrugar. La intensa lluvia tambiénfue la compañera en la vuelta a las aulas, y provocó algunos problemas en pabellones encharcados como en el colegio de Beluso, en Bueu, en donde debido a la humedad tampoco arrancó la calefacción. En el colegio de Castrillón, en Cangas, siguen las goteras en el pabellón, pero es una situación que se arrastra desde hace años y ayer no iba a ser una excepción, por lo que los niños no lo pudieron utilizar. En el Instituto María Soliño de Cangas otro tanto de lo mismo aunque Educación ya está elaborando el proyecto de remodelación. En Tirán hubo goteras en la entrada y en Reibón alguna filtración en el gimnasio.