La polémica no se marcha del Centro de Mayores de Cangas. Un grupo de jubilados se encontró ayer con las puertas cerradas del inmueble y decidió acudir a la Policía Local a presentar lo que denominan una queja. Aseguran que es inadmisible que este centro se encuentre cerrado por el simple hecho de que se haya suspendido el servicio de cafetería, pendiente de adjudicación ahora mismo.

De inmediato el Partido Popular salió ayer a tomar cartas en el asunto. Su portavoz, Rafael Soliño, anunció que presentaría una moción en el próximo pleno relacionadas con este asunto. Insiste en que no se puede, por desidia del gobierno municipal, mantener este inmueble cerrado. Rafa Soliño está convencido de que tras esta lentitud en el proceso de adjudicación de la cafetería se esconde el verdadero propósito de arrinconar a los mayores.

El PP considera que no es este centro adecuado para que se impartan cursos para personas que cobran el Risga. Soliño recuerda que hay un centro de formación en Pedra Alta y dice que tampoco sería lógico llevar las actividades del Centro de Mayores al Auditorio. Afirma que cada instalación es para lo que es.

El portavoz del grupo municipal del PP deja claro que el Centro de Mayores debe ser para los mayores, que para nada debe compartirse con otros colectivos. Los ocupantes del Centro de Mayores siempre manifestaron también su deseo de que no compartir estas instalaciones. De hecho, convencieron al Partido Popular en la época de José Enrique Sotelo para evitar que el centro acogiera también la comisaría de la Policía Local de Cangas y un garaje. El centro fue construido con dinero del Plan E por el tripartito anterior al gobierno de Sotelo, que nada más tomar posesión dejó el Centro de Mayores en manos de los jubilados y pensionistas, apartando de allí a otros colectivos a los que el anterior gobierno les había prometido un espacio.

Rafael Soliño afirma que el PP no hace más que trasladar la preocupación del colectivo de mayores.