El Gobierno cangués sostiene que el agua que se ha consumido este año tendrá las mismas tarifas que en el anterior, lo que repercutirá, en la práctica, en una bajada del recibo de entre el 30 y el 40 % en algunos casos. Ese sería el porcentaje de subida que puso en marcha el anterior gobierno municipal y que motivó las quejas de los usuarios que presentaron varios centenares de reclamaciones todavía sin respuesta oficial, más allá de la suspensión del cobro de los recibos. Esas cantidades de 2015 que aún no se han abonado serán prorrateadas a lo largo de todo el 2016.

Subida "moderada"

Las tarifas que regirán durante el año que comienza mañana todavía tienen que ser aprobadas por el Concello. El Gobierno mantiene que el recibo tiene que incrementarse de acuerdo con la ampliación del servicio y para financiar los costes de mantenimiento de las infraestructuras, pero solo contempla un aumento "moderado" que será sensiblemente inferior al que aprobó en su día el gobierno liderado por el PP, además de cobrar por el "consumo real". El tripartito ha optado por ralentizar el ritmo de las negociaciones con la empresa para "normalizar" la situación heredada.