| La mítica figura del "apalpador" regresó ayer a Moaña para realizar una última visita a los más pequeños antes de que acabase el año. Los niños y niñas pudieron conocerlo en la planta alta de la plaza de abastos moañesa y el "apalpador" venía con un regalo muy especial bajo el brazo. Para fomentar el amor por la naturaleza les entregó un ejemplar de cerezo para que lo planten, lo cuiden y lo vean crecer.