"Algunos días el olor ni se nota, pero de vez en cuando se intensifica sin ningún motivo aparente", explicaba una vecina del Avenida de Bueu a una familia de visita navideña en Cangas, la víspera de Nochebuena. El hedor a fecales era más que perceptible, como sucede desde hace un tiempo en esa zona del frente marítimo del municipio, aunque al día siguiente volvió a remitir sin que, aparentemente, nadie hubiera actuado para ello. "Algo pasa e non o dan arreglado", tercia un comerciante con familia de marineros, e insiste en que ni a unos ni a otros le beneficia "este ambiente" que molesta a los residentes y compradores y ofrece una "lamentable imagen" a los turistas, "ainda que sexa de modo aleatorio".

El problema viene de atrás y ya se trasladó en varias ocasiones al Concello y a la Administración competente en ese ámbito, Portos de Galicia, que determinó que los olores son debidos a un defecto en la construcción de la red de saneamiento de la lonja, en particular la ausencia de dos sifones. Si no lo arregla la empresa que ejecutó las obras, añade, lo hará Portos, aunque los trabajos aún no tienen fecha.