Fue prácticamente un visto y no visto, pero suficiente para volver a poner en jaque a los vecinos de la calle Johán Carballeira y a los hosteleros de la Praza Massó. Poco después de las 21.00 horas de ayer volvió a caer una tromba de agua sobre Bueu que anegó por segunda vez estos lugares en menos de dos semanas. "Era una cortina de agua, no se veía nada", relatan algunos vecinos y afectados.Una vez que cesó de llover la situación se normalizó en pocos minutos, sin que el agua llegase a entrar en negocios o viviendas.

Esta vez el río Bispo no causó problemas y las quejas se dirigen hacia la red de canalización en la Praza Massó y en la calle Johán Carballeira, que ayer volvió a evidenciar los problemas para dar salida a grandes cantidades de agua en poco tiempo. "El tramo de la calle Johán Carballeira entre los badenes volvió a ser una piscina, con todo el agua embalsada allí. Las canalizaciones no eran capaces de desagüar y eso hacía que lo que se acumulaba en la plaza tampoco saliese a pesar de que levantamos las rejillas", se quejaban algunos de los establecimientos. Los vecinos y comerciantes señalan de manera casi unánime al paso de cebra elevado situado en el cruce entre Montero Ríos y Johán Carballeira, que provoca que las pluviales se queden empantanadas en mitad de la calle. "No tiene sentido ese badén al lado de un Stop. Deberían quitarlo de inmediato porque éste es el segundo aviso en poco tiempo. No sabemos que más debería pasar para que se haga algo al respecto", insisten.

El interior de la plaza, en el entorno de la chimenea, volvió a formarse una gran balsa debido al desnivel y a que las canalizaciones no podían absorber tanta agua en tan poco tiempo. "Es también un problema de falta de mantenimiento" , recalcaban algunos hosteleros.