La toxina podría dar un respiro al sector mejillonero de la comarca de O Morrazo, especialmente en Bueu, durante la inminente campaña navideña. Durante los últimos días se han sucedido las aperturas en zonas habitualmente azotadas por la marea roja: la bocana de la ría de Vigo y la ría de Aldán. Un avance de lo que podría ocurrir esta semana en Bueu, dentro de la ría de Pontevedra. Los tres parques bateeiros ya dieron un buen resultado a finales la última semana y hoy volverán a ser muestreados, esta vez por alturas. Si las analíticas vuelven a ser favorables el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) decretaría la apertura. Un balón de oxígeno para el sector, que salvaría en parte la campaña navideña. La apertura no llega a tiempo para la venta a la industria, pero si para el canal de fresco.

El cambio de tendencia se ha empezado a notar en la ría de Vigo y en la de Aldán. Los polígonos emplazados en Barra, Liméns y Areamilla [Cangas F, G y H] han abierto a lo largo de la última semana después de que permaneciesen cerrados desde mediados de agosto (Liméns) y septiembre (Areamilla y Barra). En la ría viguesa en estos momentos solo permanece cerrado una zona de producción, la denominada Cangas D, que se corresponde con Meira. Curiosamente este polígono mejillonero recibió la autorización de apertura el 28 de noviembre y dos días después tuvo que volver a cerrar. En lo que respecta a la ría de Aldán, el primero de los parques bateeiros en abrir fue el Cangas A, situado en el interior, y que permanecía cerrado desde el mes de abril. A continuación le tocó al Cangas B, que recibió el permiso de apertura el viernes, que es el más grande de los dos polígonos, con más de 70 viveros flotantes.

La incógnita se centra ahora en la ría de Pontevedra, con zonas de producción en Bueu y Combarro. Las buenenses son las más afectadas por la toxina y una de ellas, la Bueu A2 (en el entorno de Agrelo-Portomaior), está cerrada desde el mes de marzo. Hace apenas dos semanas el sector era muy pesimista acerca de una posible apertura. Hoy ese pesimismo se mantiene, pero tamizado con cierta esperanza. "La temperatura del agua se ha enfriado y parece que ha matado la toxina", apuntan. Lo cierto es que la última analítica del Intecmar abre la puerta a la esperanza porque los resultados han sido favorables en los tres ámbitos de producción. Hoy es el día clave porque se repetirán siguiendo el sistema de muestreo por alturas [con muestras en tres tramos: 1 a 5 metros, 5 a 10 metros y más de 10 metros de profundidad].

Una hipotética vuelta a la actividad llegaría demasiado tarde para la campaña para la industria puesto que las fábricas cierran durante las fechas navideñas. La tabla de salvación es el mercado de fresco, donde el mejillón de Bueu cuenta ahora con un arma a su favor. El producto buenense es muy apreciado por su gran tamaño y ahora mismo hay poco producto de estas características en el mercado. "La ría de Arousa y la de Vigo ya colocaron prácticamente toda su producción. Ahora a ver si podemos trabajar nosotros", desean los mejilloneros con base en Bueu.