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Memorias del primer instituto de Bueu

El IES Johán Carballeira abre los actos para conmemorar el vigesimoquinto aniversario de su inauguración

Luís Davila y la pancarta: "IES Johán Carballeira. 25 anos medrando con Bueu. // Santos Álvarez

El IES Johán Carballeira de Bueu dio comienzo ayer a su particular fiesta de cumpleaños, una celebración por sus 25 primeros años de vida y en la que la tarta y las velas se sustituyeron por el despliegue de una pancarta conmemorativa diseñada por Luís Davila. Las actividades proseguirán a lo largo de todo el curso lectivo y las de ayer tenían como objetivo centrar la importancia que tuvo para Bueu la apertura de su primer instituto, con las movilizaciones para su construcción, el referéndum para elegir su nombre, así como su influencia en la vida social y cultural del municipio.

El vestíbulo del centro acoge una exposición a través de noticias y artículos de prensa que supone un recorrido por la historia del Johán Carballeira, pero esa historia fue contada también en primera persona por algunos de sus protagonistas en una charla-coloquio en el salón de actos. Allí estaban representadas tres generaciones de bueneneses: el periodista de FARO Salvador Rodríguez, que puso voz a aquellos vecinos que en la década de 1970 y 1980 tuvieron que ir a Cangas o Marín si querían seguir estudiando al acabar la antigua EGB; el propio Luís Davila y el también periodista de FARO, Alberto Otero, que vivieron el periodo de transición hasta la construcción del instituto y sus primeros años; y la poetisa y profesora Lucía Novas, que entró justo después, cuando germinaban iniciativas como el grupo de teatro Comediantes Anónimos o el periódico "O Enxebre".

Luís Davila y Alberto Otero recordaron con humor y cariño aquellos años de "limbo educacional", en los que antes de la construcción del instituto se habilitaron como aulas la planta baja de la Casa da Cultura y un local anexo a la antigua sala Paraíso. "Era un poco surrealista, con las divisiones entre las clases hechas de pladur. Al final se creó una relación entrañable con los profesores", contaban. También recordaron como se gestó aquel "acto de rebeldía" que supuso la votación para elegir el nombre del centro. "Se montó una plataforma, hubo una investigación previa sobre la figura de Carballeira y al final se logró una victoria aplastante. Aquello sirvió para que todos los que formábamos parte de aquella generación conociésemos a José Gómez de la Cueva/Johán Carballeira", explicaron.

A su lado estaba Salvador Rodríguez, que ilustró las dificultades de las familias para que sus hijos pudiesen estudiar bachillerato antes de la apertura del instituto. "Na miña clase de 8º de EXB en A Pedra eramos 40 estudantes e só tres seguimos estudando", ejemplificó. El destino mayoritario del resto fue la construcción o el mundo del mar. La puesta en marcha del Johán Carballeira significó un soplo de aire fresco para la vida cultural de Bueu. "Detrás de gran parte das actividades que se organizan hoxe hai xente que estudou aquí", destacó Rodríguez.

El recorrido generacional contó también con el testimonio de Lucía Novas, hoy también profesora. "Lembro estar na manifestación de 1989 para pedir a construción do instituto. Daquela o non ter un centro de secundaria era unha humillación para a vila", recordaba. Ella entró en el curso 1993/94, justo para vivir los primeros años del grupo de teatro Comediantes Anónimos y de un periódico escolar que ya no existe, "O Enxebre".

Los testimonios se completaron con las intervenciones de la inspectora de Educación de la zona, Adoración de la Fuente, y la actual directora del IES Johán Carballeira, Asunción Sóñora, que imparte clase en el centro desde el curso 1991/92. Sóñora se acordó del primer director, Manuel Herba, quien tuvo "a visión de de que o instituto tiña que ser o centro neurálxico da actividade cultural da vila"; y recordó que después de 25 años y tras tres ampliaciones el Johán Carballeira afronta la cuarta. "Estou orgullosísima de ser a directora. Estes 24 anos pasaron voando" y, dirigiéndose al alumnado presente, defendió que "hai que pelexar polo que queremos ser e polo que queremos conseguir".

Una conclusión muy similar a la que expresó Alberto Otero en su despedida: "Esto es un ejemplo de lo que se puede conseguir, que motivándose se puede alcanzar cualquier meta". Además dejó otro recado a los jóvenes. "No dejéis pasar la etapa histórica que supone estar en el instituto, no dejéis toda la responsabilidad en los profesores y en los políticos a la hora de solicitar mejoras, como la pista cubierta", sentenció.

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