A los problemas de descanso y desperfectos en sus propiedades, los vecinos de las calles de la "movida" añaden el deterioro y la mala imagen de la zona, cuyas viviendas tienen escaso valor en el mercado porque "nadie quiere irse a vivir a un lugar así". "Han convertido una zona residencial en un foco de ocio", lamentan, y denuncian que los sucesivos gobiernos municipales "no asumen responsabilidades políticas", archivan en sus cajones las quejas vecinales y evitan dar pasos "valientes" para transformar la realidad que heredan aplicando la ley e invirtiendo en la zona. "La calle Ferrol es un ejemplo de ello. Tiene decenas de locales de ocio, un alto grado de inclinación, aceras estrechas y recientemente han caído dos personas, pero no se hace nada por solucionarlo", recalcan.

Con este panorama municipal, los representantes de Santiago Apóstol quieren dar un paso más y explicar sus problemas de ruidos y orden público al subdelegado del Gobierno, con quien piensan tramitar una entrevista que pueda servir para habilitar más medios para paliar la situación.